Historia de un plagio rimado


Por Concha Pelayo

Sorprendida me ha dejado el osado plagiador. ¿Cómo se ha atrevido el ruin a emular a don Fernando que, además de original, a mayores es paisano y cualquier zamoranito, en Diario 16, a menudo ha ojeado la columna inteligente que don Tola dedicaba a su amor, cada mañana, aquel amor tan lejano y que le dejó plantado?

Cada día, don Fernando, con nostalgia recordaba aquel amor e, ingenuamente decía: "¿recuerdas, paloma mía cuando tú te refugiabas en mis brazos, cuando yo ponía en remojo los garbanzos, cuando asaba las sardinas y los dos nos las comíamos y tan ricas como estaban ni dejábamos espinas? ¿Verdad, mi cielo, mi amor que todavía recuerdas, cuando en las noches de invierno, los pies yo te calentaba sin importarme siquiera, tan fríos tú los tenías que mi pobre barrigita heladita se quedaba?


Hay que ser inteligente para comprender, colega, que a tan buen escribidor no lo imita un cualquiera. Si quieres tú, plagiador, si te gustan sus escritos, cita el nombre del autor y, después, con gracia y tino y continuando el hilo, inventa, piensa, medita como estoy haciendo yo y haz de la frasecita algo para los lectores, nuevo, a estrenar, por favor y que sea original. Juega bien con las palabras, ponlas aquí y acullá y tras pensar y pensar puedes sacar un escrito, por favor, original. El idioma, no lo dudes, ahí está, úsalo tú plagiador. Lo que otros han escrito ya nadie puede plagiarlo porque el ridículo harán, ellos y su diario.

Qué vergüenza sentiría si de esa guisa me viera, que diría mi mamá, mis colegas, mis amigas, qué dirían...

Cómo se ha atrevido el vil a plasmar en el papel lo que don Tola gestaba y que tan bien amañaba. ¡ay! osado plagiador, tú no ves hombre de Dios que aunque estemos apartados en esta tranquila orilla, que aunque por tontos nos tengan tanto listillo avispado, hay que ser inteligente para comprender, no en vano, que a tan buen escribidor no lo imitan los enanos. ¿No comprendes tú, palomo, que los calzones de Tola sólo puede usarlos él, porque ya están tan gastados, tan planchados, tan usados que si otros se los ponen, hasta el culo de han de ver?.

Nota.- Este escrito publicado por mí en 1985, hace referencia a alguien que plagió gran parte de un artículo del referido, ya fallecido, Fernando García Tola.

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5 Comentarios

  1. Tobias Wolff, en su novela "Vieja escuela" le hace decir a una joven escritora que ha sido plagiada: "El plagio, no la imitación, es la forma más sincera de halago".

    Los plagios abundan, y muchas veces ni siquiera son conscientes. En ciertos momentos resulta inevitable transitar por ciertos caminos estrechos. La intertextualidad forma parte de cada una de nuestras formas de discernir. Si hasta nuestro sobrevalorado Neruda plagió descaradamente a Tagore en varios poemas, e igual le dieron su Nobel.

    Por mi parte, me ha sucedido en varias ocasiones, pero lejos de preocuparme, hasta lo he tomado como un halago. Total, tengo infinitas cartas creativas bajo la manga. Lo principal es hablar desde la conciencia, escribir como se piensa, escribir tal como se sufre o tal como nos sentimos meravillados ante ciertas cosas. Nuestra conciencia siempre será reconocida como una voz propia, auténtica, legítima, inigualable.

    Un fuerte abrazo mi querida Concha.

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  2. Anónimo18/3/11

    Absolutamente de acuerdo contigo.
    Que copien a uno es halagador. Ni siquiera tendría que estar penado el plagio pero hay gente tan picajosa.....
    A mí, hace un par de años, el primer día que acudí al club de lectura donde todavía voy, el primer día, repito, al final de la sesión, el coordinador dijo; "si alguien quiere comentar algo o recitar algún poema..." entonces, cual no es mi sorpresa que una señora comienza a recitar un poema mío. Imagínate como se me quedó el cuerpo. Claro que me halagó, naturalmente, le dije que le agradecía el gesto y a la siguiente sesión le llevé el libro, dedicado, donde figuraba aquél poema. Claro que es un halago.

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  3. Voy a plagiar todas tus cartas, amiga Concha, una por una... a ver si se me pega tu prosa del Olimpo... gran historia, igual reflexión.

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  4. Como copiar en un examen de la escuela, no sirve más que para zafar. Prefiero la torpeza original y personal a la excelencia robada. A la larga se nota o se sabe, termina siendo un papelón.

    Interesante. Saluditos ♥

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  5. Anónimo28/3/11

    No acabo de sorprenderme y sonreírme con el ingenio de sus palabras, admirada escritora.
    No obstante lo razonable de la propuesta de los comentaristas de su artículo, me parece que el plagio intencionado no es bueno. Quien se dedica a las letras debe al menos intentar buscar su propio camino. Si utiliza frases de otro, debe citarlo con mucha claridad. Otra cosa es querer aprovecharse para vender una mula por un caballo.
    Me ha fascinado la forma en que usted lo ha escrito. Con esa elegancia para dejar las cosas en su lugar no me cabe duda de que el infractor quedó al menos en vergüenza delante de sus engañados lectores.
    Un escrito musical que supera en calidad incluso el tema mismo que plantea.
    Besos
    Adriana Valencia (Chile)

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