Tedio

Por Concha Pelayo


Mi último post lo titulé, en Quienmentiendeami,  "Tedio" y tiene fecha de enero, es decir han pasado seis meses y compruebo que el tedio me persigue y se extiende con enormes tentáculos que me impiden salir del mismo. Es verdad que las personas reaccionamos de maneras muy extrañas y diversas según las circunstancias. Y es verdad también que sin circunstancias, sin que ocurra nada, el tedio nos invade. A mi, en estos últimos meses me han cambiado mucho las circunstancias, se diría, por hacer un simpático símil, o no tanto, se diría que me hubieran crecido los enanos, caso de tener un circo. Y uno se imagina lo que debe ser que se tenga un circo, que el mejor espectáculo sea el coro de enanos y que éstos, de pronto, comiencen a crecer. Vamos que el negocio se va al garete.


Estoy escribiendo porque debo escribir, porque me relaja y me hace sentir bien aunque no tenga nada que decir ni nada que aportar. Me siento muy vacía, muy neurótica. He estado unos días fuera de España. He enlazado mi viaje de Grecia con un viaje a Londres con mi hija que teníamos programado. En ambos lugares cualquier momento de descanso era poco para leer, compraba prensa española para interesarme por lo que ocurría en España. Leía con fruicción e interés, me empapaba de los artículos de fondo, de los reportajes, de algún ensayo filosófico. Anoté en mi cabeza algunos nombres pero se me han olvidado. Tengo la mala costumbre de no anotar inmediatamente lo que me interesa. Por ejemplo alguien escribía que el problema de nuestros políticos y de lo mal que gestionan tienen la culpa los periodistas que se dedican demasiado a ellos y no al pueblo. Esta tesis me llenó de íntimo orgullo porque es exactamente lo que pienso yo misma. Lo he dicho por activa, por pasiva y por perifrástica. Si los medios dedicaran menos tiempo a nuestros políticos las cosas funcionarían mejor porque éstos no estarían tan pendientes de su físico ni de tanta tontería y se dedicarían más a lo que se tendrían que dedicar. En fin. Recuerdo que cuando era más joven y mi mente bullía de ideas y de conjeturas, me reconfortaba enormemente que algún filósofo como Platón o Aristóteles, -nada menos- pensaran lo mismo que yo. Me sentía muy orgullosa aunque no solía decirlo para que no pensaran que decía sandeces o tonterías.

No sé, a veces creo que pienso demasiado, que me paso la vida cuestionando y cuestionándome mientras el personal pasa la suya jugando a las cartas, mirando partidos de futbol y criticando al vecino.

Decía que fuera de España y de mi casa leía con los cinco sentidos, incluso con alguno más, ahora, de vuelta al hogar, soy incapaz de terminar una noticia. Todo me aburre y me distrae, empiezo un libro y lo dejo, me llegan cientos de mensajes y los borro automáticamente. El desinterés me puede, va a acabar conmigo. Y si tuviera Alzheimer como mi padre, me pregunto. A veces me espanta la idea. No querría ser una carga para nadie. Mi madre está enferma aunque aguanta, es muy positiva y vital, muy inteligente y divertida y milagrosamente, está superando el incendio de nuestra casa. Estamos en reconstruirla pero todavía no sabemos cómo. Es dificil pues queremos dividirla en tres partes. Mi suegra, más enferma que mi madre, está en una residencia de ancianos. Ella es muy solitaria e independiente y se va adaptando. Esta ciudad, Zamora, me deprime constamente, me deprime su población envejecida (pronto seré una vieja más) me deprime su despoblación, sin juventud, casi sin niños y con mucha maledicencia y mucha envidia. Medeprimemedeprimemedeprime. Mi vocación, está claro, es el nomadismo, de acá para allá, sin asentar el culo en  ningún sitio.

Perdonadme amigos míos. Hacía tiempo que debía aparecer por aquí.

Publicar un comentario

8 Comentarios

  1. Tu vocación es vivir inquietamente mi querida Concha, tramontar territorios, ver rostros distintos, jugar con las estaciones. Tu vitalismo es el que se resiente ante el tedio de los demás. Se te extrañaba mucho en Plumas y en todos los sitios donde nos encontramos. Hay mucho por hacer.

    Un fuertísimo abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Claudia Bustos4/5/12

    Escribir es una compulsión muy íntima, necesaria, que a los no escritores muchas veces les cuesta comprender.
    Hermosa narración. Su nomadismo le daparará muchas sospresas en la vida.

    Saludos

    Claudia

    ResponderEliminar
  3. Ni bien abrí esta entrada pensé que era el traspaso de la entrada que leí en tu blog hace tiempo atrás, ese tiempo tan largo que ni recuerdo y que vos me recordás en estas primeras lineas. Qué bueno que no era, aunque no tan bueno saber que ese odioso sentir aún te acosa. Ese tedio, esa sensación me es tan familiar.. A mi tedio le suelo llamar fastidio cuando lo asocio con un poco de frustración, a ese tedio lo llamo fiaca cuando tiene una sobredosis de desgano, y lo llamo desasociego cuando siento que el mundo completo me aplasta y quiero gritar basta con la voz muda del abatimiento. El tedio me ahoga y no siempre sé cómo librarme del él, hay momentos en que incluso me evado al punto de querar desaparecer del mapa o acaso convertirme en otra para sentir de otra manera.. qué lindo sería alejarme del tedio de modo tal que cuanto veo me causase placer.. A ello aspiro, mi carrera es huir del tedio, a ello voy! Evadir y huir forever!

    Retomando: me encantó! Un abrazo y ojalá se te pueda volver a leer muy prontito!

    ResponderEliminar
  4. Anónimo4/5/12

    El tedio parece ser una pandemia, un efecto del desbarajuste emocional de nuestra impersonal época.

    Elocuente narración. Saludos.

    Raúl de la Puente

    ResponderEliminar
  5. Anónimo4/5/12

    Gracias a todos por vuestras palabras. A Jorge, porque creo que me sobra vitalismo y no va con el ritmo de los que me rodean. A Claudia porque acierta en la necesidad de intimidad para escribir (y evasión, diría yo)es necesario salir, romper los lazos que nos atan para que la escritura fluya libremente. A Lorena por su enorme capacidad para ponerse en la otra piel, porque ella sufre la misma angustia y a Raúl porque el mundo anda desquiciado buscando y buscándose y no encuentra ni lo uno ni lo otro. Gracias a todos por vuestra elocuencia y cariño.

    ResponderEliminar
  6. Apartados los miedos, dudas, fiacas y el tedio es bueno retomar los habitos, entre ellos el escribir una bueno que da gusto que comparta. Salud!

    ResponderEliminar
  7. Una reflexión muy personal hecha publica, muy interesante. Me gustó mucho.

    ResponderEliminar
  8. En eso de andar moviendo el culo de aquí para allá soy experto. El fastidio acabará pronto. Rompa cadenas.
    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar