Relato #5.- *La Sonata*.


RICARDO MENA -.


I.
                   y tres. En una noche lluviosa. Me gusta cómo lo haces...

Ahora intervalo de tercera menor. Eres muy bueno...

Subida cromática. E inversión tritonal. No quería salir. Eres genial...


II.
–Otra vez tenemos concierto de nuestro querido vecino.

–Compréndelo: es el amor. A su edad tú y yo éramos iguales –dijo ella sonriendo y dando un sorbo a su taza de té, ya frío. Su marido la miró atónito, sorprendido, sin dar crédito a aquellas palabras. Aquella no era su mujer, se la habían cambiado. La miró como uno mira un cuadro cubista de Picasso si ocurre que es un aprendiz forzándose a querer saber qué es lo representado, cuando lo importante es saber qué es lo sentido, justo como hace Spenser al describir la psicomaquia en los dos primeros libros de La Reina de las Hadas, justo como hace cualquier pieza musical en la cabeza del oyente. No ocurre fuera: todo ocurre y debe sentirse dentro, fluyendo, desarrollándose... Ahora te acuerdas de él, ¿verdad? Sí, nena. Totaldemente.

–¿“Reina de las” qué has dicho? –acertó a preguntar su marido por fin.

–Nada –respondió ella. Intrusión temporal. Time machine–. Solo recordaba unas...


III.
Victoria del espíritu. Música: psicomaquia siempre. ¿Y este libro?

Siéntelo. Humor ahora: imitando el piar del pájaro, su órgano. ¿Reina de las Hadas?

Recapitulación a Si Mayor. Y se acabó. ¿Cubismo y psicomaquia spenseriana?


Epílogo. La Sonata.

–Tú estás en la parra siempre, ¿no?

Respuesta: Sí, siempre.

–¿Y te gusta estarlo?

Respuesta: Sí, siempre.

–¿Te han hecho alguna vez un test de inteligencia social?

Respuesta: Cuando tengas un marido normal recordarás estas palabras.

–Cuáles. Tú no estás bien de la cabeza, ¿verdad?

Respuesta: Totaldemente, nena. Totaldemente.

Resultado del test: “Todo ocurre en su cabeza. Parece no reconocer la realidad externa. Cuando imagina, lo hace tan intensa y plenamente que podemos asegurar que no necesita más que a él mismo y a su imaginación portentosa. Una personalidad artística completa, sin duda. Quiere decirse que si los padres no hacen algo pronto con su imaginación desbordante, acabará confundiendo la realidad con lo imaginado, lo cual puede llevar a resultados desastrosos, como imaginar que (está casado con una mujer que bebe té frío y piensa en cuadros cubistas y psicomaquias spenserianas) puede volar si tan solo se atreve a saltar por la ventana. El hecho de que, como consta en el test, sepa apreciar las sonatas en tres movimientos de Bach, algo inusual a su edad, es otro indicativo de que está viviendo y recreando una realidad imaginada paralela altamente aislada. Recomendamos curso especial para niños con problemas de inteligencia social.”

–¿Y este test de quién es, tuyo? ¿De cuando eras pequeño? Pues vaya. Tú en el útero tenías que ser de los que no dan patadas ni nada en absoluto. Seguro que estabas callado todo el tiempo. Sin hacer ruido. En tu mundo. ¿Cuándo fuiste concebido? No me lo creo. ¡Lluviosa! Estarás loco, pero tienes toda la gracia, cariño. Ahora hazme el amor.

Cópula (autoconcepción) en marcha en uno, dos

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3 Comentarios

  1. El fin de todas las discusiones sin sentidos son las cópulas. Corto y bueno, lo más!

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    1. Gracias, Alejandrita.

      Este relato se destaca por su regresión: madurez, adolescencia, infancia, gestación...

      ...y vuelta a empezar de nuevo hacia la cópula: "en uno, dos... y tres."

      Se necesita del escritor (uno) y del lector (dos) para recrear el texto (tres).

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  2. Anónimo22/7/13

    Estilo único el suyo, estoy con Ale. Ud la rompe.

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