Misión cumplida. Moneda tomada. Presidente Muerto

JESÚS CHAMALI -.

Desde el 2001 la imagen que a cualquiera nos evoca el 11 de septiembre es la de las torres del World Trade Center cayendo después de ser atravesadas por los aviones usados como armas terroristas por Al Qaeda. Sin embargo, hasta ese fatídico día, e incluso después de él para los que mantenemos una conciencia social, cada 11 de septiembre recordamos el martes fatídico de 1973 cuando el General Palacios entraba por la fuerza en La Moneda y al tropezarse con el Doctor Guijón y el cuerpo de Allende, que se había volado la cabeza con su AK-47, entregó a un oficial de radio su escueto informe: 

"Misión cumplida. Moneda tomada. Presidente Muerto."

Y así, con esa frase escueta, sin adornos innecesarios, gris y triste como iba a ser el futuro de Chile a partir de ese momento, comenzó el declive de la esperanza basada en una democracia social e incipiente y nació el periodo más oscuro de la reciente historia de Chile: los 25 años de Pinochet, y los siguientes de su herencia actual.

Pero nada es tan sencillo en la vida. 

Nada ocurre por casualidad. Nada pasa porque un milico de gesto adusto y cabreado decide un día cercenar el futuro y la voluntad de todo un pueblo. 

Augusto Pinochet no era ese gran militar que sus hagiógrafos se empeñan en describirnos y ni por supuesto era, ni de lejos, ese gran estadista que llevó a un Chile hundido a la modernidad. 

En mi pueblo solemos decir que hasta un perro ciego encuentra de vez en cuando un hueso, y eso no lo convierte en un perro cazador. 

Por cierto, habría que preguntarse quién llevó de verdad a Chile a ese estado de postración económica, a quién le interesaba que "su patio trasero" estuviera controlado y no creciera demasiado...

Los 70 fueron años oscuros. 

Años en los que la política se escribía con sangre y con traiciones. 

Años en los que los EE.UU. inmersos en una guerra, la de Vietnam, prácticamente perdida, con la guerra fría en pleno ardor, con sectores muy importantes del staff político -no sólo el republicano, también había paranoicos entre los demócratas- añorando la época del Macarthismo, con una CIA totalmente desatada y al margen de cualquier Ley que no fuera su propia ley, la ley del más fuerte o la del más bravucón. Fueron sin duda, años tenebrosos para las incipientes democracias latinoamericanas. 

Fueron los años de la Operación Condor, basada en aquella otra operación "Noche y Niebla" de Adolf Hitler, a la que la CIA tuvo acceso mientras se llamaba la OSS y amparó a numerosos "técnicos" de las SS y de las SA al acabar la II Guerra Mundial, cuando ya se barruntaba que el nuevo enemigo dejaban de ser los Nazis para ser los Socialistas y los Comunistas. Cosas del nuevo orden mundial...

Esta Operación Condor, que en cada país tuvo su propio alias, pero que en Chile mantuvo el nombre original, se desarrolló en todos los países cuyos regímenes estaban "patrocinados" por el Imperio de los Yankies: Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador. Su objetivo era sencillo: asesinar y hacer desaparecer a todos los opositores de esas dictaduras y a los militantes de la izquierda política, con la connivencia de la iglesia local en la mayoría de los casos. 

Es la mejor manera de instaurar la "democracia real": acabar antes con la oposición. ¡Y que Dios bendiga a América!

El 11 de septiembre de este año se cumplirán 40 años de aquél atroz hecho.

Chile ya no está gobernado por Pinochet.

Algunos dirán que incluso hay democracia. 

Yo lo dudo.

De la misma manera que dudo que la haya en mi país, España.

Salvo que entendamos que democracia sea votar cada cierto tiempo y ya está, que luego los elegidos hagan lo que se les cante de ahí mismo sin que nada les pase y sin que nadie les pueda reclamar nada. 

Y que además nos tiren en la cara que ellos están ahí porque el pueblo (borrego) les votó.

Si entendemos que eso es democracia, me callo ahora mismo.

Pero si no, si entendemos que democracia es el gobierno del pueblo y la toma de decisiones por y para el pueblo, entonces no. Ni en Chile ni en España hay democracia.

Porque además, los que allí se presentan y los que aquí nos gobiernan son los hijos o nietos de los que nos aplastaron durante la dictadura. 

Y no sé si allí se han reformado, pero aquí apenas han tocado poder de nuevo, se han empeñado en revisar la historia, de tal manera que Franco no dio un golpe de Estado, sino que lo suyo fue una cruzada para salvar a una España en crisis. 

En esta "democracia" española, ¡libre los dioses a Chile de una igual!, no hay dinero para becar a los estudiantes o para salud pública, y los trabajadores -los pocos que aún mantienen un precario puesto de trabajo, quiero decir, en un país con una tasa de paro de casi un 27%- cada vez tienen que trabajar más años para intentar cobrar una pensión que no sólo se aleja en el tiempo sino que disminuye en la cantidad, de tal manera que a muchos se nos antoja como el paraíso de la iglesia católica: sufra usted aquí y ya cuando se muera, veremos si reúne las condiciones para ir al cielo directamente o lo hacemos pasar una temporadita por el purgatorio. 

Pero sí que encuentran dinero para hacer obras en el Valle de los Caídos, monumento emblemático de la dictadura, tumba del dictador, erigido con la mano de obra, el sudor, la sangre, y en muchos casos, la vida de miles de presos políticos.

Hoy, en todo el mundo, se vive una corriente revisionista igual: Reagan es un gran presidente, Bush padre actuó con patriotismo, Thatcher fue una bendición para los británicos, Franco modernizó España, Pinochet sentó las bases del Chile moderno...

¡Mentiras!

Todos ellos sirvieron solo a sus propios intereses y al de los que los auparon al poder.

Nadie que sirva al pueblo acaba aferrado al poder con uñas y dientes o intrigando en las sombras para no perder las influencias ganadas en él. Y sobre todo, nadie que sea honesto en el desempeño del gobierno trata de perpetuarse en el poder y sale de él inmensamente rico, tanto él como toda su familia.

Así que por mucho que hoy quieran convencernos de que Pinochet era un general que asume el poder ante el caos en el que estaba hundido Chile y el peligro de convertirse en una dictadura comunista (mejor una dictadura fascista, ¡dónde va a parar!), y que una vez estabilizado el país lo entrega de nuevo al parlamento, omitiendo, de paso, lo de senador vitalicio y lo de mantener al país en libertad vigilada otros ocho años más con su nombramiento de jefe supremo de las Fuerzas Armadas, a pesar de no ser ya el que tomaba las decisiones...hipotéticamente.

Hoy no está Pinochet, pero sigue su espíritu velando porque las cosas se hagan como a él le gustan, igual que Franco sigue en España, con su voz de pito, riéndose de todos los que creímos que de verdad aquí había llegado la democracia, recordándonos aquella frase de su testamento:

"Lo he dejado todo atado y bien atado..."

¡Y vaya si lo dejó!

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10 Comentarios

  1. Sin duda tiene usted razón Chamali, los años 70 fueron unos años tenebrosos donde todo valía para que los dos amos del Universo, los EEUU y la URSS libraran su batalla por el dominio del mundo.
    Hoy solo sobrevive uno de los dos, pero sus herederos parecen empeñados en repartirse los restos del pastel con las mismas técnicas: desinformación y terrorismo de Estado, pero mucho más sofisticado.Han aprendido que un pueblo entontecido, analbafeto y endeudado y sin ilusiones es mucho más manejable.
    Un análisis hecho con el bisturí de un forense.
    Me ha impresionado su estilo, como siempre.

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  2. He leído que dos de las candidatas a la presidencia de Chile son hijas de dos generales de la fuerza aérea chilena, y que una de ellas, representante del ala más dura de la derecha chilena, ante el 40 aniversario del terrible golpe que acabó con la democracia y la vida de Allende, ha declarado que ella no tiene que disculparse por lo que ocurrió ni por lo que hizo su padre porque ella tenía tan solo 20 años en aquella época.
    No sé si eso es verdad, si esa...señora...dijo tal barbaridad o no, pero no me extrañaría nada. Es del estilo y manera de las que últimamente podemos oír por aquí, en España. Si no, recordemos al alcalde del PP del municipio de Baralla, que defendió que "algo habrían hecho los condenados a muerte por Franco para que los mataran" en medio del escándalo y la bronca de todo el pueblo.
    Ejemplos como estos son cada vez más habituales, por desgracia. ¿Llegará el día en el que los culpables sean los muertos?

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  3. Pinochet solía decir que se había guiado por la enseñanza de un viejo profesor en sus tiempos de cadete: "si quieres llegar lejos, nunca seas el primero ni el último". De alguna forma, esta medianía, este no mostrarse y estar siempre al acecho, como un zorro disfrazado de inocente gallina, le permitió ganarse la confianza de todo el mundo. Los periódicos de extrema izquierda lo veían incluso como un aliado que contendría el avance golpista. Pinochet esperó hasta el último minuto para sumarse al golpe, midiendo las fuerzas exactas de quien saldría ganador en la asonada.

    Valioso artículo, querido amigo. Seguimos adelante desclasificando los silencios de la historia.

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    1. Gracias amigo. Como sabes, hacía tiempo que no me acercaba a esta casa común. Sin embargo, no he querido ni he podido resistirme a dejar pasar esta triste efemérides sin aportar, aunque sea de manera humilde, mi granito de arena a ella.
      No podemos dejar que el silencio indiferente sea el altavoz de los cobardes que tratan de tapar la verdad.

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  4. Ustedes los "progresistas" siempre están igual, llorando y quejándose por todo en vez de reconocer que en momentos críticos de la historia hace falta personas que den un paso adelante y tomen las riendas para que la nación no se despeñe. ¿O es que Chile iba mejor el el desorden que reinaba cuando Allende seguía las órdenes de Moscú? ¿O es que España estaba mejor cuando la república y sus sucesivos gobiernos cainitas la convertían en ingobernable?
    Señores, déjense de vainas. Franco, Pinochet, Stroessner, Videla, Bordaberry, Morales Bermúdez, Ranieri Mnzzilli, entre otros gobernantes usaron mano dura, sí, pero fue una violencia legítima para obtener un bien mayor: detener el avance del cáncer del comunismo internacional que amenazaba con carcomer a sus pueblos.
    ¡Y hoy encima se empeñan en perseguir también su memoria!

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    1. No suelo responder a quien expresa opiniones diferentes a las mías. Tal vez porque nosotros, "los progresistas", como usted nos califica, tenemos la costumbre, no sé si buena o mala, de respetar las ideas de los demás coincidan o no con las nuestras. Pero tampoco suelo dejar pasar las mentiras o lo que es peor, las medias verdades con las que ustedes, los defensores de los salva patrias e iluminados del momento, pretenden distorsionar la realidad y reinventarla a su gusto y necesidad, olvidándose de que, no por muchas veces que digan una mentira, ésta se convertirá en verdad.
      Franco era un tirano y un asesino. Y Pinochet también. Como lo fueron todos los dictadores y genocidas a los que usted nombra con tanta devoción. Y que la CIA, el Vaticano, el Gran Capital, la oligarquía local o las grandes compañías comerciales los apoyaran militar, logística o económicamente no los convierte en demócratas y en dignos presidentes.
      Eran alimañas que masacraron a parte de su pueblo de la manera más cruel e inhumana posible con la connivencia de las grandes potencias sólo para sostenerse ellos y para enriquecerse ellos y sus acólitos, no nos engañemos, y sobre todo, no trate usted de engañarnos, por favor.
      ¿Que usted es un devoto seguidor de Pinochet o de Franco o de Stroessner? Allá usted y su conciencia, si es que sabe lo que es tener de eso. Pero no juegue a la desinformación con quien no vivió aquellos terribles años. Porque aquí estaremos nosotros, los que sí que guardamos memoria de ellos, para decir una y mil veces la verdad y con ello evitar que personajes como usted intoxiquen con su veneno.

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  5. gracias, jesús, por escribir de nuestra tierra... gracias, porque nos recuerdas la miseria que vivimos y que aún algunos la zapatean de alegria.

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    1. Lo triste es que a los que nos siguen matando, quizá con más elegancia, sin duda con mucho más disimulo, ven premiada su labor con el Premio Nobel de la Paz "a título preventivo", como las guerras que a ellos les gusta hacer. Igual que a los otros amos que fueron del mundo conocido, los romanos, ellos también creen en lo de "si vis pacem para bellum". Vale, pero al menos que si nos mean encima que no nos diga que está lloviendo, ¿no?
      Gracias a ti Claudio, por enseñarnos a tantos lectores cómo se escribe de verdad.
      Un abrazo.

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  6. Anónimo1/9/13

    La historia es clara. Todo vuelve a repetirse.
    Gran columna. Saludos

    Ariel

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  7. Raúl de la Puente3/9/13

    Una visión de gran envergadura sobre la historia contemporánea.

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