Jefe de familia

CLAUDIO RODRÍGUEZ MORALES -.

Después de beberse el jugo de frutas podridas, el hombre abandonó su mansedumbre acostumbrada. Se negó a probar el caldo, único alimento desde la puesta del sol. Tomó el ceramio que le entregara su mujer, lo arrojó dentro de la olla de arcilla donde flotaban trozos de carne y huesos. Golpeó a sus hijos cuando intentaron evitar que lanzara todo al corazón de la fogata. Mucho después de la resaca, las cenizas se juntaron con la última capa de tierra removida por la excavadora de la inmobiliaria y confirmaron la hipótesis del investigador sobre la unión familiar alrededor de la cena.

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