Muhammad Alí, el rebelde

PABLO CINGOLANI -.

Otra vez, la muerte.

Otra vez, la muerte devorándose una parte del espíritu, del alma que nos constituye como especie, como humanidad entera. El fallecimiento de Muhammad Ali representa eso. El adiós a un rebelde. La partida de otro pedazo de nuestro corazón pero sobre todo de nuestro nervio constitutivo, de nuestra fibra y potencia, esa que dice: sé libre. Sé libre, carajo, que lo demás no importa nada.

Alí, como Jimi Hendrix.

Alí, como Amílcar Cabral, como Malcolm X, como Lumumba o como Fanon; no como Tyson, no como Obama, no como Will Smith.

Paint it black! Pero píntalo rebelde!

Inevitable para mí. Maradona como Alí. El Diego y Alí.

Lo incluí en un libro, en Nación Culebra, donde copié en español la letra de Un indio, ese himno a la condición humana que compuso Caetano Veloso, y donde lo menciona a él, a Alí, entre los que pueden aportarnos un poco de luz en medio de tanta sombra, en medio del derrotero-desangradero desangelado donde nos hayamos embarcados.

Alí: celebro haber crecido con tu rebeldía. No te olvidaré.


Pablo Cingolani
Río Abajo, 4 de junio de 2016

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