Día de murciélagos

MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ

1.- Necrológica: ese género literario en el que al autor le gustaría ser el muerto, por un rato.
2.- «Soy demasiado viejo para aprender los nombres de los nuevos asesinos» Lees a Cohen en su poesía y tal vez aprendes que eres demasiado viejo para escribir el nombre de todos aquellos que lamentas haber conocido.
3.- Escritura segura, sin fisuras: la del escritor de vida acomodada (Francisco Umbral decía algo así y le aplaudían… y le abucheaban también).
4.- —¿El presente, dice? Lo estamos interpretando.
—Ah, yo creía que había que intervenirlo.
—Nooo, eso luego, más tarde, ahora no conviene, es inoportuno.
5.- Se puede vivir (bien) de la adivinación del porvenir… al coro de voces autorizadas del día me remito. El presente puede esperar.
6.- La impopularidad en escena: entre la campana de leproso y el traje de samurai.
7.- «Convencido de la imposibilidad de desaparecer en nadie», José María Álvarez, en su perfil de Lautréamont (Desolada grandeza, 1976).
8.- Pintoresca misantropía la de quien tiene que hacer ver, a toda costa, que la padece… sin público no hay disfrute posible.
9.- Si el precio de ser aceptado es ocultar quien eres, no lo pagues, no te entregues, no te dejes… no mientas, sobre todo esto.

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