Sol de invierno


Pablo Cingolani

Sol de invierno
Sol de invierno en los Andes
No hay mejor sol que el que se anhela
No hay mejor sol que el que se celebra
No hay mejor sol que el que se comparte

(Mientras escribo)

Gastón me envía una foto que representa todo eso –las manos de un indio recibiendo al sol, las manos de un indio –un tata[1]- celebrándolo, Tata Inti por favor recíbeme, Tata Inti te quiero, jallalla Tata Inti, jallalla apus, achachilas, jallalla montañas de los Andes, tata Illimani, tata Illampu, tata doctor Sajama, jallalla montañas, jallalla la vida

Y a todo esto yo andaba escribiendo por este motivo: hoy, en volviendo del aeropuerto de El Alto, despidiéndola a la Carolina mi vida, cocinado de frío, esperé entumecido la salida del sol bienhechor en este valle agreste donde vivo –donde vivo con Dana, perra venerable ya, y Valentín, gatito invencible, titi querido

Sucede lo que sucede cuando es sol de invierno

Todos lo anhelamos, todos lo celebramos, todos lo compartimos

Tres vidas en el umbral de la puerta de la casa, anhelándolo, celebrándolo, compartiéndolo: el gatito, la Dana y yo

Hay momentos donde la soledad humana te arrasa –Carolina había partido, estaría en vuelo en algún punto de la ruta aérea entre El Alto y Santa Cruz, a nueve mil metros de altura- pero donde la fraternidad de la vida te vuelve a levantar: tenías que vernos, al gatito, a la Dana y a quien te escribe, los tres mirando al sol que buscaba elevarse detrás del Jalla Pacha, la mole de piedra que enfrenta a la casa, los tres anhelantes, los tres celebrando, los tres compartiendo el momento más sublime de todos: aquí y ahora y siempre

Siempre que haya sol
Siempre que haya Andes
Siempre que haya invierno
Siempre que haya sol de invierno en los Andes

Siempre que haya una vida que lo sienta
Siempre que haya un motivo para merecerla
Siempre que haya lucha para que te guíe, te inspire
Siempre que haya dioses -apus- a los cuales, agradecerla

Siempre que haya sol
Siempre que haya Andes
Siempre que haya invierno
Siempre que haya sol, invierno, frío, vida, calor, pasión

En tu vida

En los Andes.


Pablo Cingolani
Río Abajo, 23 de junio de 2018
La autoría de la foto es de Gastón Ugalde



[1] “No he muerto, Tata/ porque Tata/ me caigo/ pero tú, Tata/ me levantas”. Extracto de un poema que escribimos con Gastón hace ya más de veinte años

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