JESÚS CHAMALI -.
Hace unos días me dijeron que un economista era ese experto que al día siguiente de ocurrir un hecho económico tenía una teoría que explicaba perfectamente la razón del mismo, pero que el día anterior ni se lo había imaginado o, lo que es peor, había negado la misma posibilidad de ese hecho con otra teoría perfectamente elaborada.
El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los Bancos Centrales están repletos de economistas.
Así va este mundo.
Hace un año el BCE, el BM, y el FMI exigían a Europa que recortara sus gastos sociales, que redujera la inversión pública, que fomentara el ahorro y que recortara todo lo recortable (y hasta lo no recortable) para dejar el déficit en los valores que ellos consideraban adecuados y alejar el fantasma de la recesión.
Y así lo hicieron la mayoría de los países de Europa. Los nórdicos y centrales, mejor posicionados que los mediterráneos y periféricos, se unieron y coaligaron para tomar las riendas del barco. España se aplicó y recortó, recortó, recortó, recortó... hasta que el descontento social puso las municipalidades en manos de la derecha, y en breve pondrá también el gobierno del país en sus manos, a pesar de que ellos son los que apenas han tomado posesión del poder, han metido tijera a fondo y sin quedarse ruborizado por las mentiras y contradicciones entre sus acciones y su programa electoral.
¿Pero qué más da?
La gente está dispuesta a suicidarse para castigar a quien ellos consideran culpable de su situación: Zapatero.
Y ahora sale Obama diciendo que la solución es invertir en obra pública, gastar, estimular el consumo.
Justo lo que Zapatero hizo.
Justo lo que el PP le echa en cara.
Justo lo que el Banco Mundial dice ahora que hay que hacer.
Justo por lo que el Fondo Monetario Internacional apuesta para salir de la crisis.
Justo lo que el presumiblemente nuevo Gobierno ha dicho por activa y por pasiva que no hará.
¡Gracias a Dios que siempre habrá un economista que nos explicará por qué nos fuimos a la mierda!
6 Comentarios
El estilo mordaz en que expone el análisis, me deja con la indecisión entre reír y llorar, cualquiera serviría para un alivio pasajero de la angustia que trasunta el tema, pero el problema de fondo sigue intacto, será que no queda más por hacer?
ResponderEliminarComo siempre es un agrado leerle...
Saludos
Lola
Todo lo que digamos en contra de los economistas (perritos falderos de los especuladores financieros) será correcto, mi querido amigo Jesús.
ResponderEliminarEl mundo está aparentemente loco y manejado por los descendientes de Moe, Larry y Curley, aunque extrañamente en medio de este caos siguen ganando a manos llenas los mismos aprovechadores de siempre.
Los economistas, particularmente los formados en la Escuela de Chicago, tuvieron su época de gloria en Chile a fines de los setenta y comienzos de los ochenta. Lograron disuadir a los brutos militares para que les dejaran hacer y deshacer en un país que estaba en estado de sitio. Lo que consiguieron fue la mayor crisis económica que ha vivido Chile, con una industria totalmente quebrada, más del 30% de los chilenos desempleados y tres cuartas partes del país a ración de hambre por muchos años.
Saludos mi querido amigo.
La direccionalidad económica que tomó el mundo en las últimas décadas se venía preparando desde muchos años atrás. Es sabido que Chile fue el laboratorio del neoliberalismo más extremo, incluso antes que el tatcherismo o el reaganismo. No había oposición posible en un país bajo una feroz dictadura, por lo que no fue problema limpiar todas las universidades de cuanto académico resultase sospechoso para los economistas de Chicago y para los milicos. De esa forma, se aseguraron la imposición de una sola visión económica hacia el futuro.
ResponderEliminarPecan los especialistas en economía en hacer demasiadas predicciones. Se exceden y acabamos por creerles menos que a los que hacen los horóscopos en las revistas dominicales.
ResponderEliminarEl problema es el adivinador o la bola de cristal que le canta los augurios. Creo que el rótulo de futurólogos les pesa, más bien parece que le cabe el de adivinadores porque dicen cualquiera.
ResponderEliminarEl economista debe ser capaz de manejar más de una rama de la materia como es el neoliberalismo, al que creo que no me equivoco al interpretar que ustedes se oponen. Se puede estar en contra del neoliberalismo y en consecuencia de los economistas neoliberales que son las personan necesarias para diseñar ese sistema. Sería igual a estar en contra de los médicos porque no me gusta el efecto de la medicina chamánica.
ResponderEliminarDirigir esa oposición hacia todos los economistas es bastante insensato, sea el sistema que sea se necesita del trabajo de economistas, sea economía de bienestar, neoliberal, comunista o hasta la nueva rama de la economía ecológica.