Para siempre


LILYMETH MENA -.

Con suma ternura tomó mi cabeza y la jaló hacia su pecho. Terminé como toda amante tendida sobre la alfombra de su escaso vello rizado y la piel pálida de tanto no tomar el sol. “Prométeme que vas a quererme para siempre” me dijo con su peculiar voz de niño.


Para siempre… me quedé pensando, sin responder palabra alguna.

Lo más seguro es que existiera un “para siempre” distinto para los dos, y no es que alguno fuese errado, o que ninguno fuese el correcto; decir “para siempre” es de por sí un concepto tan amplio como el horizonte o hasta donde quiera uno estirarlo.

Levantando un poco su cabeza de la almohada buscó mi mirada con algo de inquietud. “¿No me respondes?”.

Era difícil explicarle en principio de cuentas que no le quería como él esperaba, y me parecía agotador intentar explicarle que para mí no existe un “para siempre” por añadidura.

Sin embargo sentí que le debía una respuesta.

Por todo el tiempo que habíamos pasado juntos y el trato tierno y gentil con que siempre me cobijó cuando lo necesité.

Intercambiamos posición, me recosté sobre los cojines contra la cama y coloqué su cabeza sobre mis pechos; entonces, con el tono más sereno y como lo haría una madre le expliqué que para mí el “para siempre” sería mientras yo viviera. Cuando yo muera no puedo asegurar que seguiré sintiendo algo o nada porque no estoy segura de lo que hay después de la muerte.

Sin embargo, mientras yo exista, mi memoria, mi corazón o alguna otra parte mía te guardará en mí de manera sutil e inevitable.

En ese momento comprendió que no le quería.

En unos días hará tres años que no le veo. De vez en cuando, por alguna razón que no comprendo, me escribe palabras dulces como las que solía decirme al oído y dice que quiere verme.

Yo no respondo porque tres años atrás entendí que no existe un “para siempre” entre nosotros.

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5 Comentarios

  1. Tú "para siempre" era suficientemente generoso. El niño mimado no lo entendió así. Un "para siempre" puede durar cinco minutos o cincuenta años, o nada. Es tan relativo, como el tiempo.

    Un abrazo, Lilymeth.

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  2. Tu amante era un sentimental. El amor romántico demanda mentirillas para ser creible a uno mismo. Vaya insensatez! Muy bueno, saludos.

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  3. Los para siempre en un romance son vitales. Muy interesante su relato, me gustó mucho!

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  4. Hay mucha frescura en tus relatos, y en este en concreto, mucha vida... tan simple y tan complejo como la vida misma.

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  5. Interesante. Cada uno tiene sus perspectivas dentro de una relacion.
    Saludos

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