JESÚS CHAMALI -.
Sé que no hay verdades absolutas. De hecho, a veces llego a creer firmemente que lo que no existe en absoluto es eso que damos en llamar verdad.
Durante muchos años de mi primer medio siglo de vida, en este lado del mundo donde nací, crecí y me dieron una educación formal -la otra, la que realmente me sirvió después para desenvolverme en la vida, la fui adquiriendo yo solo fuera del sistema- el paradigma de la Democracia y la Libertad eran los Estados Unidos de América.
Como todo lo que te inculcan como dogma de fe, era mentira.
Pero eso lo aprendes cuando aprendes a leer entre líneas, a no aceptar como verdad la verdad oficial, y sobre todo, a pensar.
Porque en la educación formal te enseñan muchas cosas, la mayoría inútiles, pero jamás te enseñan a pensar críticamente y muy pocas veces a hacerlo por ti mismo.
¿Cómo puede ser el paradigma de la libertad, la justicia y la democracia ( y lo pongo en minúsculas porque no se merecen las mayúsculas en esta ocasión) un país donde sigue vigente la pena de muerte?
¿Cómo puede ser paradigma de la libertad, la justicia y la democracia un país que en los últimos 30 años lleva ejecutadas 1.301 personas, aproximadamente una por semana?
¿Cómo puede ser paradigma de la libertad, la justicia y la democracia un país donde anoche ejecutaron en el Gran Estado de Tejas, a Marvin Wilson, de 54 años de edad, de los que los últimos 10 ha estado en el corredor de la muerte esperando que los tribunales de su Gran Estado de Tejas y el Gobernador del Gran Estado de Tejas tuvieran a bien aceptar los estudios periciales de los psicólogos forenses que dictaminaban que su cociente intelectual era de 61 puntos, 10 por debajo de lo que se acepta internacionalmente como frontera de la normalidad. De hecho, su edad mental es la de un niño de siete años.
Pero eso no le impidió al Gran Estado de Tejas aplicarle la inyección letal.
Sé que no hay verdades absolutas. De hecho, a veces llego a creer firmemente que lo que no existe en absoluto es eso que damos en llamar verdad.
Durante muchos años de mi primer medio siglo de vida, en este lado del mundo donde nací, crecí y me dieron una educación formal -la otra, la que realmente me sirvió después para desenvolverme en la vida, la fui adquiriendo yo solo fuera del sistema- el paradigma de la Democracia y la Libertad eran los Estados Unidos de América.
Como todo lo que te inculcan como dogma de fe, era mentira.
Pero eso lo aprendes cuando aprendes a leer entre líneas, a no aceptar como verdad la verdad oficial, y sobre todo, a pensar.
Porque en la educación formal te enseñan muchas cosas, la mayoría inútiles, pero jamás te enseñan a pensar críticamente y muy pocas veces a hacerlo por ti mismo.
¿Cómo puede ser el paradigma de la libertad, la justicia y la democracia ( y lo pongo en minúsculas porque no se merecen las mayúsculas en esta ocasión) un país donde sigue vigente la pena de muerte?
¿Cómo puede ser paradigma de la libertad, la justicia y la democracia un país que en los últimos 30 años lleva ejecutadas 1.301 personas, aproximadamente una por semana?
¿Cómo puede ser paradigma de la libertad, la justicia y la democracia un país donde anoche ejecutaron en el Gran Estado de Tejas, a Marvin Wilson, de 54 años de edad, de los que los últimos 10 ha estado en el corredor de la muerte esperando que los tribunales de su Gran Estado de Tejas y el Gobernador del Gran Estado de Tejas tuvieran a bien aceptar los estudios periciales de los psicólogos forenses que dictaminaban que su cociente intelectual era de 61 puntos, 10 por debajo de lo que se acepta internacionalmente como frontera de la normalidad. De hecho, su edad mental es la de un niño de siete años.
Pero eso no le impidió al Gran Estado de Tejas aplicarle la inyección letal.
Eso sí, el Gran Estado de Tejas es el primero que grita y encabeza las manifestaciones dentro de los Estados Unidos cuando se trata de criticar a China, a Venezuela o la Rusia por su falta de respeto a los derechos humanos.
¡Qué se van a creer esos sucios comunistas!
Al menos a los que ellos ejecutan los asiste la ley y un sacerdote.
Eso les debería garantizar un pasaje al paraíso. ¿no es así?
Publicado simultáneamente en el blog del autor "El rincón de Chamali"
9 Comentarios
Gracias amigo Jesús por remover conciencias...no podemos fingir que nada pasa...
ResponderEliminarEl país de las mayores contradicciones. ¿Cómo explicar que un integrista protestante medio alcohólico y medio analfabeto llegue a presidente y destruya un país extranjero? ¿Cómo explicar en el futuro el sentido de la guerra en Irak? ¿Sólo para robar petróleo y ensayar nuevas armas para que suban de precio en el mercado?
ResponderEliminarDe los grupos de poder en Estados Unidos se puede esperar cualquier cosa, usualmente malas, funestas para el resto del mundo. No puedo atribuirlo a todo el pueblo estadounidense, sé que allí hay buena gente, pero casi siempre han sido avasallados por la maquinaria integrista que gobierna el país.
El caso de Marvin sólo deja en evidencia una vez más la enorme estupidez de un sistema que se quedó anclado en la Edad Media.
Oportuno y provocador escrito.
Saludos amigo mío.
En 1985 se fusiló a dos condenados en Chile. Fue la última vez. Era dos policías psicópatas que asesinaron y violaron a varias personas. Pinochet no les quiso perdonar la vida.
ResponderEliminarLo de Texas parece horroroso. Que un Estado siga atribuyéndose la potestad sobre la vida de las personas es algo incomprensible. Para los delitos más graves lo mejor que puede y debe hacer una sociedad es hacer cumplir la cadena perpetua.
Saludos
He visto casos tan horrendos que la pena capital parece lo único que puede calmar la sed de justicia de la población. No hace mucho tiempo, un tipo violó y asesinó a dos niñas en Valdivia. En Iquique, otro criminal asesinó a 15 mujeres. Si no me equivoco, la pena máxima en Chile ahora es de 20 años, esa es la cadena perpetua, y más encima en módulos cómodos, con televisión y agua calentita, y salas de juego y ejercicios, sin peligro de ser molestados. Perdónenme, pero yo siento que las sociedades comandados por personas honestas y trabajadoras que no le hacen mal a nadie, tienen derecho a exterminar a ese tipo de ratas.
ResponderEliminarEs mi opinión.
Saludos
Un asunto muy controvertido el de la pena de muerte. En España, cuando fuimos aterrorizados tants veces por ETA, cuando hubo tantos atentados donde murió tanta gente civil, inocente, tanta sangre derramada por asesinos, no sé, si conscientes o inconscientes, creedme que algo se me revolvía en el alma y muchas veces pensé que la pena de muerte, por sistema como hacen en Estados Unidos,no, NUNCA. Pero sí debería haber alguna cláusula, alguna excepción para casos excepcionales, y los crimenes por terrorismo son casos más que excepcionales. Es un tema que levanta muchas ampollas y yo me he pronunciado muchas veces en mis artículos en su contra. Un abrazo amigos.
ResponderEliminarUn asunto muy controvertido el de la pena de muerte. En España, cuando fuimos aterrorizados tants veces por ETA, cuando hubo tantos atentados donde murió tanta gente civil, inocente, tanta sangre derramada por asesinos, no sé, si conscientes o inconscientes, creedme que algo se me revolvía en el alma y muchas veces pensé que la pena de muerte, por sistema como hacen en Estados Unidos,no, NUNCA. Pero sí debería haber alguna cláusula, alguna excepción para casos excepcionales, y los crimenes por terrorismo son casos más que excepcionales. Es un tema que levanta muchas ampollas y yo me he pronunciado muchas veces en mis artículos en su contra. Un abrazo amigos.
ResponderEliminarHasta donde sé, en la Argentina la pena de muerte está prohibida por la Constitución Nacional, que es nuestro acuerdo básico acerca de los valores fundamentales para nuestra convivencia democrática, y por varios compromisos internacionales que el Estado Argentino adquirió.
ResponderEliminarPodríamos pensar seriamente en reformar la Constitución y repudiar esos compromisos internacionales, pero no existe fundamento, ni existe nada que justifique apartarnos de nuestros acuerdos de convivencia más básicos.
Yo creo que así está bien.
Terrible. Sinceramente creo que la muerte estatal como represalia a un delito no cumple la función preventiva que muchos le atribuyen.
ResponderEliminarEntrar en el debate de matar al que mate nos puede llevar al de robarle todo al que robe o violar al que que cometa tan horrendo delito. ¿Es la ley del talión la que ha de regir nuestras vidas y nuestras sociedades?
ResponderEliminar¿Entonces para qué invertir tanto tiempo en hacer códigos penales, constituciones y estudiar derecho?
Coincido plenamente contigo Concha. Cuando veías los estragos que ETA cometía, los cuerpos mutilados, (recuerdo especialmete el atentado del Hipercor o el de la casa-cuartel de Zaragoraza, con los cuerpitos de las niñas destrozados) recuerdo también que la ira y el deseo de venganza me inundaban. Si en ese momento el parlamento hubiera propuesto la pena de muerte para esos casos y hubiera de ser refrendada popularmente, hubiera ganado de calle.
¿Pero es esa la solución? Devolver golpe por golpe nos lleva a acabar al final del día todos llenos de hematomas y a perder en en ese mismo momento la posible razón que nos asistiera.
Al criminal hay que castigarlo. Y hay que hacerlo duramente. En la misma proporción de dureza de su delito.
Y tiene razón Ashraf cuando se queja de que algunas prisiones parecen hoteles más que cárceles. Pero Matar no es la solución. Porque entonces, ¿qué nos separa de ellos? ¿Una norma que, en muchos casos es arbitrariamente utilizada?
Eso podrá ser legal, ¿pero es justo?