Miguel Sánchez-Ostiz
Chuquiago es el nombre aymara de la ciudad de La Paz. ¿De qué trata el libro? Pues del patiperreo por la ciudad a lo largo de varias estancias más o menos largas, entre el año 2004 y el 2013. Estos días, al hilo de mis conejeos, me he dado cuenta de que se me quedaron muchas cosas en el cajón y con ello de que la ciudad es inagotable, todas las ciudades: si «una vida no es suficiente para conocer la propia ciudad», que decía el poeta, para rato lo va a ser esa otra en la que estás por fuerza de paso. Cosas vividas, cosas vistas, libros leídos, gente, pintura, cine, mercados, cementerios, ruinas, paisajes inagotables… Esa calamina pintada de azul de la cubierta de Martín Sánchez me parece un acierto. Ese azul aparece muy a menudo iluminando el fondo de los callejones en los que me meto. Parafraseo a Joyce cuando habla de Dublín: «La Paz, tienes tanto que enseñarme».
Me hubiese gustado que este libro se hubiese publicado en España, como estaba previsto, pero no ha sido posible. Lástima. Hoy lo presento en la FIL de La Paz, en buena compañía con gente que admiro y estimo, sé que va a ser una fiesta.
*Publicado originalmente en el blog del autor, Vivir de buena gana (5/8/2017)
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