Nelson Villagra Garrido
Buscando imágenes de mi ciudad natal, Chillán, me embargó la emoción ante una fotografía que no tiene nada de hermosa, ni es ejemplo de una arquitectura singular. Es la fachada del edificio de la Estación de Ferrocarriles de mi ciudad, edificio construido probablemente luego de 1950 y que aún estaba en pie cuando salí de Chile a principios de 1974.
En aras de la brevedad, evitaré contar que en mi infancia viví cerca de la vieja Estación de madera. Sin embargo, la emoción que me provoca la fotografía que ilustra este recuerdo, tiene un motivo particular: en el último piso de la pequeña torre, estaba el Policlínico de Ferrocarriles del Estado, y mi padre, fue durante toda su vida el Paramédico - “Practicante” se denominaba, entonces - de Ferrocarriles. De manera que cuando este edificio se construyó, el Policlínico se instaló en el último piso de la torre. Me encantaba visitar a mi padre en su oficina con cualquier pretexto, para mirar la ciudad desde los ventanales de la torre. Con siete, ocho o doce años, en una ciudad en que no existían edificios de más de dos pisos, la altura de aquella torre resultaba fantástica para mí y algún amigo que me acompañaba.
Ay, el tiempo, el tiempo... La emoción, es algo tan particular, tan íntimo, que sólo los poetas logran expresarla...
_
Publicado originalmente en el perfil de Facebook del actor y escritor chileno. (6/8/2021)
0 Comentarios