Dirán mil cosas. De un tramonto en Gallipoli y del color del cielo a una cierta hora del día, en el lugar que ha definido tu vida. Del color de los ojos de una chica, en un pueblo del norte de Camerún, de aquella chica que nunca mas lograste ver, y que eran los ojos del color de un imposible color y de todos los colores.
Dirán mil cosas. De la vendedora de marraqueta que predico que no llovería esta noche, solo mirando y oyendo y mirándome y oyéndome. Del croar de ranas y sapos que escuchaba pedaleado al borde del canal de la Angostura. De mi pedalear de la tarde. De los vidriosos ojos de un pobre borracho que saliendo de una chichería se choca con la triste cholita que no logró vender toda su hortaliza. De los eternos perros de Juan Rulfo que persiguen sus fantasmas y reclaman huesos en cada puerta de una pollería. Del tiempo que está pasando. También de esto se dirán mil cosas.
Dirán mil cosas. De la espiritualidad que nos transmitió Emigdio, en las tardes de trabajo, mirando el cielo y besando la tierra, tomando el néctar del antiguo teocintle o acullicando la hoja verde, la que hoy en su maligna metamorfosis domina el mundo. De la muerte de amigos lejanos en una tarde que deseábamos simplemente pacífica. De la paz y de la guerra y de aquellos miles de seres humanos frente al eterno hilo que separa al hombre de otro hombre.
Dirán mil cosas. De estas y otras palabras y de su ausencia. De una noche en la cual la luna se oculta mientras escuchamos a John Coltrane. De cuanta belleza en una mariposa que ondulando sus alas corteja a una flor firme es su solo color. Del niño que en la esquina espera a su madre. Del padre ausente. De la oscuridad y de nuestras soledades. De la ausencia y de la demasiada presencia.
Dirán mil cosas. Del Puffo y la Puffa que pronto se irán a Suecia. De nosotros que sufriremos su ausencia. De lo que resiste y lo que no lo hará. De las mil cosas dirán y callarán también. Diremos y callaremos todos. Del silencio y de la muerte, de los días que hemos amado y del amor ausente, del desamor, del miedo, de nuestras culpas. De lo vivido y lo que nos queda por vivir. De las mil cosas.
Maurizio Bagatin, 19 noviembre 2021
Imagen: Pier Paolo Pasolini, Paisaje, 1943
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