El terreno no fue neutro. El territorio fue de ambos.
Lo que pesa es la palabra Historia. Una investigación que nos conduce al tiempo, a la memoria y a todas nuestras imperfecciones. Lo recordarán estos pueblos, estos pueblos con una historia tan distinta y tan similar que el tiempo nos devuelve en una cancha de futbol. Ahí donde el circo posmoderno contrae y replica todos nuestros dramas.
Futbol con soldados burgueses, sin “patas pilas” y sin “pájaro-perro”, solos, siendo los últimos en un continente así tan inmenso y siempre explotado. Sin guerras y sin revoluciones no existiría la historia, no existiría la materia por la cual la estudiamos. Ulises sigue siendo nuestro más sincero interlocutor. No pueden existir la felicidad y la historia, esta ciencia se estudia porque los seres humanos crean la infelicidad.
Ojalá mañana leamos Sangre de mestizos e Hijo de hombre, porque otra historia es la que tendremos que escribir.
Maurizio Bagatin, noviembre 2024
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