Ciudadana del mundo...

ENCARNA MORÍN -.

Ayer me sentía propietaria del planeta, aglutinadora de pensamientos, portadora de sueños.

Tras un más que merecido descanso, he recuperado por fin la capacidad de dormir. Hace unos días que mi reloj biológico no me alerta cada dos horas en mitad de la noche.

Puedo escribir lo que pienso, decir lo que siento, pensar por mí misma, hacer realidad algunos de mis deseos.

Hijos… mis queridos y adorados hijos, me hacen sentir madre de todos los niños del mundo. Reparto abrazos a granel, no cuestan nada, son gratis. Nadie puede prohibirme ese disfrute, cuando llego a la escuela, y se me tiran a los brazos de esa forma espontánea que tan bien manejan los niños.

La incertidumbre acecha tras la puerta. Los coyotes del poder nos quieren negar el derecho a vivir en paz. Debe ser por puras ansias de dominio. El excedente ya está todo en sus manos. Pan y circo, aunque cada vez más circo y menos pan.

No me rindo, simplemente porque no he entrado en ninguna guerra. Pienso seguir siendo todo lo feliz que pueda. El horizonte me pertenece, cada vez que lo guardo en mi retina. Pero todo lo que disfruto me gusta compartirlo, o el placer jamás será pleno.

Cuando hicimos en dos días las visitas a sendos consulados,  uno de mis hijos ahora además de español, es belga. Mientras que el otro ha pasado a ser también argentino, desde ayer precisamente. Caigo en la cuenta de tengo en casa los genes de muchos, muchos ancestros desconocidos. Por alguna razón me han elegido como madre. Precisamente aquí, en este rinconcito privilegiado del planeta donde todos somos bienvenidos y de ninguna parte.

En este lugar mágico, rodeada de mar y playas, tenemos una peculiar historia. Nos sentimos orgullosos de ser quienes somos. Pese a que  durante mucho tiempo nos han ocultado la verdad.

Me gusta sentir cada mañana, cuando miro el mar, que entre mis genes están ellos, los aborígenes, que libres como el viento lucharon cuanto pudieron contra el sometimiento de convertirse en esclavos. Por otro lado, están los aventureros, los se que adentraron en este lugar, sin saber bien donde se encontraba, quedando alguno quizá atrapado por un  amor fugaz, de camino en la ruta al "Nuevo Mundo". 

Todo ello ha configurado mi carácter, mi acento, mi propia manera de ver la vida. Por eso, precisamente por todo eso me siento ciudadana del mundo.

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10 Comentarios

  1. Parece paradogico que el conjunto de peligros que nos acechan provengan precisamente desde donde debieran abocarse a protegernos, a desplegar buenas políticas, a servir al pueblo y no servirse de él, y a enquistarse en el poder como una manga de mafiosos. Aunque en realidad eso es lo que son, allá y acá. Los ciudadanos comunes podemos ser felices aún a costa de todo el mal que ellos han causado y siguen causando, pero no debemos bajar la guardia, porque pronto tendrán a gran parte del planeta convertido en un Haití, con toda la riqueza atrincherada en unos pocos palacetes.

    Refrescante y aguerrido escrito mi querida Encarna. Un gran abrazo.

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  2. No debemos bajar la guardia, por supuesto. Una manera de hacerlo es demostrarles que somos muchos, muchos más que ellos y cada vez tenemos menos que perder, porque cuando te arrebatan la dignidad te dejan en bolas.
    Debemos ser creativos en la lucha. Los docentes tenemos muchas cabecitas parra llenar de energía positiva. Parte de la arrogancia de esta gente se sustenta de la premeditada ignorancia de quienes les legitiman en el poder.
    Un abrazo amigo Jorge.

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  3. Me gustó mucho este escueto pero profundo relato Encarna y la única salvedad que le hago es que las palabras Nuevo Mundo debió ir entrecomillada, pués ya sabemos que el mundo siempre fue uno solo y que no debería tener dueño. Gracias por tu visión de la historia y por reivindicar a los antiguos pobladores que si tenían un origen. Un abrazo.

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  4. Entrecomillado queda Hugo. Muy buena aportación. Un abrazo.

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  5. Una reflexión cargada de sensatez y sentimientos. Querer y proteger van de la mano, sólo así es un poco menos dificil transitar por la vida.

    Me gustó mucho. Un abrazo!

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  6. Anónimo15/7/12

    Es fantástico ser de un lugar de todos y de nadie. Nada como esos besos infantiles que te vienen de la inocencia compartida.
    Un beso.

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  7. Anónimo15/7/12

    Es fantástico ser de un lugar de todos y de nadie. Nada como esos besos infantiles que te vienen de la inocencia compartida.
    Un beso.

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  8. Anónimo16/7/12

    Liberada de loa opresión del mundo.

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  9. Me produjo una sensación de amplitud, liberación, descargo de límites. Muy bello relato.
    Abrazos

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  10. Quedó mas lindo y más claro con el encomillado, verdad?. Abrezo y gracias.

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