Melancolía del Café Ciudad

Miguel Sánchez-Ostiz

Al Café Ciudad, de la plaza del Estudiante, de la ciudad de La Paz. Es un café que abre las 24 horas del día. Era un lugar pintoresco, bullicioso, en el que te podía pasar cualquier cosa y se ha convertido en un lugar siniestro, deteriorado y a veces desierto. He visto en ese local peleas memorables: borrachos, predicadores, prostitutas, travestis, familias en derribo, arreglos de cuentas... Una vez pedimos un café expreso, de máquina, sencillo, y nos dijeron que se les habían acabado que ya solo les quedaban los dobles: «¡Qué nos estás mamando hermanito!»

El Café Ciudad está cerca de mi alojamiento y en otros viajes solía ir al caer el día a comer algo. Escribí mucho en esas mesas, bajo esa luz verdosa. Una vez pensé que era la última y no ha sido así. Ya no sé si el lugar ha perdido su encanto descalabrado y bullicioso de botella, o a mí se me han ido las ganas.


Los últimos encuentros amables que he tenido en el Café Ciudad han sido con el poeta Humberto Quino y con Martín Zelaya y otros amigos.

Un día te das cuenta de que te roban en las cuentas nunca claras, impresas casi sin tinta y destinadas a borrachones a los que el alcohol y la presbicia nublan la vista, y se convierten de ese modo en presa fácil. Artistas pues en el arte de cobrar dos veces lo consumido o de cobrar lo nunca pedido, pero en los barullos ya se sabe, y aparece en escena la violencia y los malos modos, y te das cuenta de que, como con los cogoteros, el objeto social del negocio no es darte de comer y de beber, sino rastrillarte. Melancolía de cuando te das cuenta de que las sonrisas ocultan en triunfo de haberte mamado, verbo este genuinamente boliviano que flota en el aire de la ciudad vayas por donde vayas: mamar, engañar, sisar, estafar, sacar ventaja con embustes... Hay que acostumbrarse y hay que tararearse La mélancolie, esa canción genial de Léo Ferré

LA MELANCOLIE
C'est se r'trouver seul
Plac' de l'Opéra
Quand le flic t'engueule
Et qu'il ne sait pas
Que tu le dégueules
En rentrant chez toi

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