Pablo Cingolani
Detrás de mí, sólo se elevan los cerros
Que han caminado conmigo y el salitre
Que los hace brillar como si fueran faros
Detrás de mí, en las oquedades, resistirán
Mis manos aferradas a toda la luz
Que bebieron las vizcachas al crepúsculo
Detrás de mí, se aquietaran arenas
Y los molles las celebrarán en silencio
Delante de mí
El viento susurra el nombre
De extrañas piedras
Delante de mí
El cielo refleja huellas
De nuevos sueños.
Pablo Cingolani
Río Abajo, 2 de julio de 2018
Imagen: Ferdinand Hodler
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