Todo empieza en un puente sobre la Drina, pero esto fue medio siglo atrás, antes hubo imperios y otras masacres, tierra que no sabemos negra por fértil o por la sangre depositada por sus pobladores.
Hoy 12 países miembros de la Unión Europea solicitan que se revisen el Código de Fronteras Schengen y que la UE financie “barreras físicas” en la frontera exterior para frenar la migración.
Srebrenica no es solamente una herida, una tragedia, el horror encima de una Europa ausente, vil y cínica. Srebrenica es un espejo proyectado hacia un posible futuro, a todos los futuros posibles, también a los imposibles; la desmemoria del Siglo breve, en sus tragedias, en sus estatuas ausentes, en aquellas, hoy, presentes, en sus millones de cruces.
El Nobel de Literatura 2021, Abdulrazak Gurnah estará escribiendo su discurso para Estocolmo, a nosotros nos es suficiente la motivación del Premio: “Por su comprensión inflexible y compasiva de los efectos del colonialismo y el destino de los refugiados en el abismo entre culturas y continentes".
Los Nobel de la Paz 2021, Maria Ressa y Dmitry Muratov, estarán haciendo lo mismo, y su motivación fue: “El periodismo libre, independiente y basado en los hechos sirve para proteger contra el abuso de poder, las mentiras y la propaganda de guerra”.
Algo coincide. El mensaje es claro y lucido en esta Mala tempora currunt -que no es solo una sensación ciceroniana- que estamos atravesando, y de la cual es viviendo que tendremos que salirnos, mirando a los últimos y escuchando a los poetas.
Maurizio Bagatin, 11 octubre 2021
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