Nuestra historia

Los friulanos lo habían bautizado como flagelun deun, y por lo poco que conocemos, hemos leído y escuchado, cuando pasó por Tzechini había destruido un castillo. En aquella época Tzechini era aún bajo la jurisdicción de Prata, como lo eran Visinale, Rivarotta, Pasiano y San Andrea. El Cantón fue el lugar donde todo inició, luego vino el Centro, con su iglesia y al frente aquel grupo de casitas que desde siempre me gustó llamar “Ruinas históricas”, como si fueran los Foros Imperiales.

“...una noche llegar muy tarde, amarraron los caballos en la Bahía de San Antonio y se fueron a jugar. Desde el camino que ellos mismo hicieron, las muchas veces llegando de Venessia o volviendo de Portus Naonis, se quedaban pernoctando algunas noches, iban a la Zecca. Aunque no sabemos cómo llamaban aquel lugar en aquella época. La casa era enorme, con muchos ambientes y tal vez un salón destinado al juego, no sabemos si clandestino o legal, juegos que seguramente aprendieron en Constantinopla, o a la otra orilla del mar, en Ragusa, juegos de turcos y viajeros, de pueblos siempre sentados a caballo, siempre en un barco enfrentando vientos y mareas. Sus noches transcurrían así. Nadie nos lo ha contado pero me gusta imaginarlas así, venecianos, un poco barbaros y un poco napolitanos del norte, jugándose fortunas y miserias, castillos que nunca serán suyos, y mujeres que no lograrán ver. De la misma manera que nos ha gustado imaginar a Giacomo Casanova que en el Casino del Bósc saca, en lugar de una espada, un tintero y un plumín y va empezando a escribir la historia de un duelo. Tanta historia hecha de leyendas como esta. Los turcos que llegaron hasta aquí, o solo hasta Casarsa della Delizia, o la de Napoleón Bonaparte que quería conocer los bosques más allá de Codroipo, después de Bannia, de Azzano…”

Si las paredes y las piedras pudieran hablar sabríamos algo más. Pero la Historia tal vez necesite más de fantasías que de certezas, de profetas que miren atrás y que derriten en palabras todas aquellas piedras, todas aquellas paredes.

Maurizio Bagatin, octubre 2023

Imagen: Bibi Provedel (?), Osteria Provedel, Cecchini años '30