El hombre y la naturaleza son el mar más profundo, el mar de los apodos de los seres humanos que dicen todo y simplifican todo lo que somos. “El mar es el infierno” que no permite al hombre el olvido de los dioses, no ofrece la memoria del poeta. El mar es el Mito con su fuerza y su violencia. A veces parece que fuera un cuadro, pero abstracto, de Brueghel el Viejo o de El Bosco. Dragones marinos y sirenas de los cuentos de nuestras infancias. El mar es la sal de nuestra sangre y el origen de la vida. Es el final del ciclo vital donde todo tienen que volver.
La novela de Yuri Soria-Galvarro posee toda esta potencia y el Mito que la preserva, la guía, la conduce y la destruye. Adentro de su fuerza está también su debilidad, la del hombre y de sus acciones, mezquinas u heroicas, en fin, siempre humanas. La novela contiene Tritón que desafía a Poseidón, el hombre que lucha contra la naturaleza, el yo que encara el otro. Mas que todo, nuestra eterna dicotomía.
El hombre y la naturaleza se encuentran y se enfrentan, son dos fuerzas que se atraen y se repelen, amor y odio siempre en el hilo de una navaja perenemente inestable, insegura y siempre inquieta.
La simbología se puede destilarla en las palabras que atrapan hasta el final de la narración. Novela de vivencia que nos rebota de un cuento infantil a un Nobel de literatura, nos devuelve nuestra juventud y nos madura de repente, siempre intentando encontrar un equilibrio, que será siempre precario, siempre ondulando, propio como lo hace el mar.
Maurizio Bagatin, 25 febrero 2024
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