El fascismo eterno (Il fascismo eterno, Eternal Fascism, Totalitarismo fuzzy y Ur-Fascismo) nos recuerda que la retorica nace del populismo y desemboca en el fascismo. Hegel influenció muchos “bandos políticos”, pero donde mas se intentaron llevar a cabo las nociones del “estado ético y absoluto” fue con el fascismo italiano.
Lo que muchos dieron por sepultado era solamente un seudo letargo, un aparente sueño de un monstruo que retorna cuando ve que nueva linfa, una linfa joven desea iluminar las mentes y despertar la ignavia de un pueblo. A menudo del mundo entero.
Umberto Eco sostuvo que “se puede jugar al fascismo de muchas maneras, y el nombre del juego no cambia”. Extraño juego el fascismo. Juego y cultura que escandalizaron al monstruoso Goebbels.
Los niños de Balsorano siguen sonriendo, el deseo es verlos inundar plazas y calles, introducir flores en las cañas de los rifles, abrazar, sonreír y gritar: “Vosotros pensad en nuestros deberes que de nuestros derechos, si queremos, nos ocuparemos nosotros...”
Maurizio Bagatin, 24 de febrero 2024
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