Márcia Batista Ramos
“Amores tan extraños que te hacen cínica
Te hacen sonreír entre lágrimas
Cuántas páginas hipotéticas
Para no escribir las auténticas” Angelo Valsiglio y otros.
Siempre me recordaré de ellos como barcas a la deriva en el océano de la vida. Ellos se querían y no se querían. Vivieron un amor turbulento, propio del cine hollywoodiano, se distanciaron, se escribieron, se reencontraron varias veces y públicamente, acusaron el uno al otro de desamor. Durante décadas, esta relación marcó las vidas de ambos. Alguien dijo de ese amorío que: “…se entrelazó como un texto entre paréntesis de casamientos con otras parejas, entrecomillados por la distancia o la separación, y finalmente se desmembró con puntos y aparte. Y los convirtió en un texto abierto sobre la pasión y sus desengaños”.
Ella se llamaba Idea, él se llamaba Juan Carlos, eran grandes en las letras uruguayas y ellos se amaron y desamaron durante cuarenta años de sus vidas. Se encontraron por primera vez en un café frente al río en Montevideo, a principios de los años cincuenta y nosotros, sus lectores, no sabemos si después de tantas idas y venidas, ahora, después de la muerte, ellos siguen su amor tóxico y tormentoso, allá en dónde se encuentran…
Idea Vilariño escribió sobre el primer encuentro con Juan Carlos Onetti: "Estaba seduciéndome a fondo con lo mejor de sí mismo y tanto que yo me quedé convencida de que aquello era la séptima maravilla. Esa misma noche me enamoré de él. Me enamoré, me enamoré, me enamoré".
El desmesurado amor del escritor Juan Carlos Onetti y la poeta Idea Vilariño, tras el primer encuentro, se desarrolló por medio de cartas, donde se puede advertir el reproche de Idea, “Pasó el verano y no viniste”, luego, él llegó.
Idea Vilariño Romani fue una poeta, ensayista y crítica literaria uruguaya perteneciente al grupo de escritores denominado generación del 45. Dentro de sus facetas menos conocidas se encuentran la de traductora, compositora y docente, también estudió el violín y el piano. En 2004 recibió el Premio Konex Mercosur a las Letras.
Juan Carlos Onetti Borges fue un escritor uruguayo, considerado uno de los narradores más importantes de su país y de la literatura hispanoamericana. Precursor de la novela moderna y la literatura existencialista, obtuvo el prestigioso Premio Miguel de Cervantes en 1980 y el Gran Premio Nacional de Literatura de Uruguay en 1985.
Idea y Juan Carlos se amaron sin que sus cuerpos estén juntos, ya que vivían en países diferentes, estaban en relacionamientos distintos, pero sus mentes y almas estaban unidas, quizás, es algo difícil de aceptar o comprender, sin embargo, hay cuestiones que atañen solamente al corazón. Aunque ese amor no fue de lo más bonito, simplemente pasó desde la nada y ellos dejaron sus deseos en libertad. Después, bien podrían haberse dicho lo que escribió Joaquín Sabina: "Tienes razón, nos faltaron unos postres, unos besos y el tiempo para sacarnos las telarañas de adentro.
Y nos faltaron los brindis y nos sobraron los miedos... Nos debemos una charla con el corazón abierto." Ya que, de manera intermitente, a lo largo de cuatro décadas, ellos compartieron la cama en nueve noches, empero, dejaron en sus respectivas obras, el testimonio de la tormentosa relación de amor que mantuvieron. Con ese motivo Idea Vilariño escribió:
" Tal vez tuvimos sólo siete noches \no sé\ no las conté \cómo hubiera podido. \Tal vez no más \que seis \ o fueron nueve.\ No sé \pero valieron \como el más largo amor. \Tal vez \de cuatro o cinco noches como ésas \pero precisamente como ésas\tal vez \pueda vivirse\como de un largo amor \toda una vida. "
Actualmente es fácil escudriñar múltiples testimonios, entrevistas y correspondencia que restituyen los fragmentos de una historia llena de ardor. Un romance que se tradujo en recelos, celos y en temor, como producto de la pasión y retraimiento de Idea Vilariño, con la timidez de Juan Carlos Onetti y su nerviosismo. Dos personalidades fieras y fuertes, que se sintieron atraídas y no supieron llegar a un resultado y dar una respuesta a sus sentimientos, pese a que ellos se dedicaron obras, que dejaron de ser menciones románticas, para transformarse en dolores profundos.
Amores extraños como de Vilariño y Onetti, marcaron la carrera del novelista por su amor clandestino, que inundó de textos a una generación y dejó frases como ésta en su novela Los Adioses: “Nunca supe si llegué a tenerle cariño; a veces, jugando, me dejaba atraer por el pensamiento de que nunca me sería posible entenderlo.”
Pareciera que la cantante italiana Laura Pausini, refleja la turbulenta relación de Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti cuando canta la canción de Angelo Valsiglio y de otros, que dice:
“Amores tan extraños que vienen y se van
Que en tu corazón sobrevivirán
Son historias que siempre contarás
Sin saber si son de verdad”
Al parecer, fue de verdad aquel amor indeciso, del cual, en algún momento de su vida, Idea Vilariño, manifestó que ese amor no debió ser.
Muchos estudiosos dicen que ellos se quisieron y se odiaron por partes iguales. Rompieron y se reconciliaron muchas veces. Independientemente de ser casados o convivir con otras parejas y vivir en países alejados. Les dio igual ser infelices. Juan Carlos Onetti le dedicó la novela Los adioses en 1954, Idea Vilariño le respondió con Poemas de amor en 1957, donde añadió en la segunda edición, un año más tarde, uno de los poemas de desamor más bonitos de su literatura, como testimonio de ese extraño amor:
“Ya no
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.”
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