“La imaginación es el agujón de los placeres” -Marqués de Sade-
Como la cereza, fruta de todas las adolescencias. ¿Por qué Dios habrá esperado así tanto tiempo, dejando que nos engatuse y nos haga perder la razón? Sus aterciopeladas piernas enloquecieron cuanto sus pecaminosos labios. A la locura puede llevarnos tanta hermosura. Fue como la atormentada belleza que residía en Thomas Mann, La muerte en Venecia como icono de una época que nunca más será. También Brigitte residió entre la cruz y la delicia de poder ser divina. Hoy se acabó el viaje de belleza y rebeldía. Una mariposa, un jaguar, el aleteo del colibrí. Sensual como la guitarra de Eric Clapton, tierna como el secreto que oculta la sonrisa de un gato.
Maurizio Bagatin, 28 diciembre 2025


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