Hace unos días nuestro amigo Alex había puesto en su estado de Facebook que quería tener a la esposa atada. ¿Qué habrá querido decir? fue mi primer pensamiento. Luego, haciendo gala de mi capacidad de dispersión pensé en aquellos tiempos en los que los argentinos creíamos tener la Vaca atada. Ojo! No es un ataque a las esposas, lejos está de mi intención asociar maliciosamente vacas y esposas.
Ese dicho popular aludía a una certeza de tener el futuro asegurado. La actividad ganadera se considera como nuestra hacienda por excelencia desde hace más tiempo del que somos capaces de recordar. En la escuela se nos enseñaba que éramos un país agroganadero, por lo que vegetales y vacas era lo que podíamos darle al resto del mundo, y de lo cual nos servíamos para sobrevivir puertas adentro. En aquellas épocas, cuando era una mocosa inocente, no había visto una vaca pero sabía que de ellas obteníamos nuestro alimento básico: la carne. Mi madre hacía malabares con nuestros modestos ingresos familiares para que siempre hubiera un churrasco en nuestra dieta, quesos para el desayuno y leche para la merienda. Así ocurría en la mayoría de las familias, salvo las muy pobres que vivían comiendo polenta, fideos y matecocido con pan. Esa realidad nos la explicaban diciéndonos: bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino de los cielos. O sea, si comen así por mucho tiempo le irán a comer el churrasco a San Pedro... (así contestaba y ¡cómo me castigaban!)
A 20 años de aquello, la frase del amigo Alex y la radio hablando del continuo aumento del precio de la carne me pusieron a reflexionar frente a este teclado sobre el cambio brutal de la realidad de este país. ¡Se nos escapó la vaca! Talvez ¿nos la robaron? Cada vez es más difícil comerse un asado los domingos y un churrasco todos los días. Ni hablar de tomarte una chocolatada todas las tardes. Batirte una crema para poner en la torta, ponerle dulce de leche al durazno y comerte una pizza es un lujo que hay que reservar para contadas ocasiones. ¿Qué pasó? Los ministros de economía, los dueños del campo y la comandante de este barco llamado Argentina ensayan numerosas y poco convincentes explicaciones para esta realidad. Analistas que se presentan como independientes auguran un futuro de vacas flacas, es decir, escasez de carne y todos los productos que derivan de la vaca. Ni hablar lo que te cuesta un par de botas de cuero!! Only for export, my dear.
Hace un par de días arribó a esta ciudad litoraleña un camioncito cargado de peces de mar. En la radio, que acompaña mi trabajo en las mañanas, lo festejaban como una oportunidad única. Desconfiada como soy me pareció que esta cruzada olía a pescado. No tardé en enterarme que se trataba de una movida para promover el consumo de otras carnes. Ahora se oye a los obsecuentes periodistas de radio y tv hablar maravillas sobre las milanesas de berenjenas, de las empanadas de osobuco, los asados de verduras, los bifecitos de chancho y los brochetes de cordero. De acuerdo, hace bien variar y no me cabe duda que las verduras son más saludables que la carne vacuna, o que los lácteos no son tan necesarios para los que rondamos los treinta. Pero yo quiero comer carne!! Yo quiero queso en mi pizza!!! Yo quiero crema en mi café!!!
No tengo hijos y no me debería preocupar, bien podría pagar unos 30 dólares por un kilo de lomo que me duraría una semana. Pero ¿y el resto? Tengo vecinos con más de 6 chicos y cuando compran en la misma carnicería que yo, piden un kilo de carne molida para acompañar los guisos desabridos que preparan las madres con más papas que vegetales para rellenar a su prole (ajjj). De ese modo no me asombra que las chicas de mi edad tengan 10 cm menos que yo y que haya abuelitas que parezcan que tienen diez años hasta que las vez de cerquita llena de arrugas y sin una sola pieza dentaria. Tampoco me extraña que los niños tengan cero lucidez mental y que los adolescentes se desmayen durante los actos escolares por baja presión. No me parece justo un país así. Éramos tan ricos, teníamos un futuro tan próspero ¿y? Se nota la pésima administración que tuvo este país y lo que cuesta y costará salir adelante.
30 Comentarios
Lo mismo le sucedió a Brasil. Quien sabe como fueron a caer en ese hoyo y no han podido salir. Los mexicanos hemos sobrevivido, o intentado, varias devaluaciones de nuestra moneda que nos han dejado muy por debajo del dólar, cuando nuestra moneda era igual de pesada hace algunas décadas. Herencia de malos gobiernos y malas administraciones. Aquí a nosotros cada invierno nos va del nabo. Ahora que comienza el frío todo se pone más caro, llegan las heladas y se estropean las cosechas de jitomate, de maíz, de caña, eso aumenta el precio de productos de la canasta básica y se lleva de corbata todo lo demás. El gas LP, la gasolina.
ResponderEliminarPero como en diciembre todo mundo recibe su bono navideño, nadie se queja, todo mundo gasta que da miedo, compran lo que les hacia falta y hasta lo que no, se despilfarra en comida y regalos.
Ya llegando el principio de año, nos llega lo que llamamos “cuesta de enero”, pagar los recibos de luz, agua y teléfono que llegan en mala hora. Mucha gente queda endeudada por que gasta más de lo que tiene y les cuesta recuperarse, saldar las tarjetas de crédito y prestamos en el trabajo.
Yo nunca gasto lo que no tengo, jamás he querido una tarjeta de crédito y vivo muy feliz sin ella. Carne roja casi nunca como, ya estuve enferma una vez de asido úrico, por que las carnes rojas eran un vicio. Ahora he tenido que dejarlo.
Lo bueno es que viene el pavo, la pierna de cerdo ahumada, paella con mariscos, hay mucho de donde escoger, es lo que mas me gusta de la navidad, la comida.
Las fiestas nos desbancan monetariamente a todos,para gloria de los supermercadistas. Pero al parecer, cómo cada vez las personas sienten que tienen menos cosas a qué aferrarse y el futuro no se le presenta asegurado a nadie, pues se ha acostumbrado a reiterar el festín de la constante despedida. Se come, se bebe y se festeja como si fuera la última vez.
ResponderEliminarChile nunca tuvo demasiadas vacas, aunque sí lo suficiente como para abastecer de leche y carne el mercado nacional. Los precios son altos, y podrían ser hasta prohibitivos si no se hubiesen abierto las fronteras a la carne argentina, uruguaya y brasileña.
Por mi parte, y dada la frugalidad de mis gustos, sólo armaría una revolución si desapareciese la leche, las frutillas o las lechugas.
Un divertido y enriquecedor escrito, querida Lorena.
Lo que aparece acá publicado es un reclamo del sector carniboro de la sociedad argentina. Y bien podría ser un revés para los llorones de los ruralistas que en los últimos años previrieron atender a las demandas internacionales en detrimento de los consumos locales.
ResponderEliminarNos quedan pocas vacas, es algo que nos cuesta asumir. De a poco nos van introduciendo cambios, que tal vez sera favorables para la salud, pero que no deja de ser consecuendia de intereses económicos. Hace un par de días e firmó un acuerdo que garantiza la venta de carne vacuna argentina a la Gran China y no se oyó a ninguno de la Sociedad Rural volver a reclamar por las retenciones... Es porque al final el negocio cerraba y porque ellos no son "pobres ruralistas" sino grandes terratenientes a los que poco les importamos.
Le pediré a Papá Noel que aumente un poco los salarios para que alcance a fin de mes durante el año que sigue...
Hablando consumos navideños confieso mi exceso: pasas de uva con chocolate =) Por estos lados la gente también se endeuda increiblemente con motivo de las fiestas... Una pena y un despropósito.
ResponderEliminarTe apoyo Lilymeth NO AL USO DE LA CREDIT CARD! No tengo ni quiero!!
Yo soy ciudadano non grato en el sistema financiero chileno, desde que me puse rebelde y me declaré en cesación de pagos, tal como Alan García durante su primer mandato.
ResponderEliminarNo me arrepiento, pues me saqué de encima uno de los principales motivos de angustia de casi todas las personas adultas que he conocido en mi vida.
a me tienen atado, pero no se lo digan a nadie por favor, muy atado...
ResponderEliminar¿Atado por amor? ¿por exclusividad sexual? ¿por finanzas? ¿por vaca?
ResponderEliminar¿Lo trataste de vaca a Claudio? Un hombre que se considera atado es porque está enamorado... puede ser de su esposa o del sistema financiero, también ambos.
ResponderEliminarEn vez de atar afectos habría que "domesticar" al estilo del Principito. Sólo así se está junto a otro para siempre.
En realidad no creo que el amigo Rodríguez sea un vaca con los suyos, sino que por el contrario, debe ser ferozmente vaca con los potentados y aprendices de potentados.
ResponderEliminarPor otro lado, no sé si la expresión "vaca" tendrá igual connotación en ambos países. Acá se entiende, por un lado, a alguien que es capaz de hacer zancadillas feas a otro.
Aunque no es la única forma de entenderlo. También puede ser alguien que le pega a su esposa o engaña descaradamente a su pareja o no le paga la pensión alimenticia a sus hijos o le roba a personas tanto o más pobres que el vaca mismo.
Creo que el amigo Claudio se refirió más bien a su atadura amorosa.
como son tantas ataduras ignoro de qué se tratan... cuando me libere, les podré contar... si es que me libero...
ResponderEliminarAl menos en la Argentina vaca es la que hace muuu, la que te da la leche o la que da su vida por nuestra subsistencia y te la comés en el almuerzo/cena sin ninguna pena. Nada más... Ni de chiste le digas vaca a una mujer porque es una grave ofensa que promueve los desórdenes alimenticios.
ResponderEliminarEstás advertido.
Debe ser una palabra con intención ofensiva en cualquier parte del mundo donde conozcan a las vacas. Aunque no sé si en la India significará una lisonjería decirle a una mujer que es o parece una vaca.
ResponderEliminarVolviendo al tema medular, en Chile aun es una costumbre casi folklórica el deslizarse hasta Mendoza para trerse cantidades de botas y chaquetas de cuero. Cuando los viajeros regresan y refieren los espectaculares precios que encontraron allá, me percato que en realidad son muy similares a los que se exponen en las vitrinas de acá. El cuero tiene prácticamente el mismo valor, aunque hay calidades y diseños para todo tipo de chequeras. Pero el viaje debe ser una delicia impagable.
ResponderEliminarLos chilenos, además, vuelven contentos porque el cambio de moneda aun nos favorece y la comida y la mayoría de las cosas resultan más baratas en Argentina que en Chile. Cuando los chilenos van a Perú llegan a saltar en una patita, pues allá la comida y las chucherías tienen precios ridículos para el bolsillo chileno. Chile es en general un país muy caro para vivir.
Otro punto de vista: o más de lo mismo:
ResponderEliminarEn cambio aquí en Chile, somos unos vacas, que antes le hacíamos al nitrato y ahora nos alimentamos con pirita. Pero al día nos estamos poniendo en esto de usar productos del reyno animado: nuestras importaciones desde Bolivia y Perú de sulfato y clorhidrato de la blanquita van viento en popa. La pirita es genial: hasta produce enterrados en número críptico para después resucitarlos: e imagino que los recibieron con bife chorizo. Pero ya están, después del festín televisivo, como el náufrago rescatado en el cuento largo de García Márquez: ¿33?, ¿Qué es eso, de qué hablas? Y seguro que fue porque desde niños los médicos nos decían y dicen, con el oído a la espalda, , diga treinta y tres. Así que nos quedamos fijados en la cifra mítica.
Pero los empresarios chilenos, esos son otra cosa: esos son unos linces. (Pero se creen jaguares). Acá todos nos andamos creyendo lo que no somos. Si hasta pensamos que somos una manga de poetas!
Que yo recuerde, el único alzamiento, reventón popular, ciudadano, de masa, ocurrido en Chile, fue durante el Gobierno de Ibáñez, el segundo, en abril de 1957: les corrieron bala, y como mil borrados del registro. Y todo eso fue en pleno centro de Santiago, y durante un toque de queda total que duró casi una semana. Cabro chico y despistado: corrí por calle Serrano al sur y sentía el silbido de las balas por sobre mi cabeza. (Me rescató alguien que abrió una cortina, metálica, me agarró del ala, metió adentro y bajó la cortina, metálica, y dijo: cabro hueón qué estái haciendo).
Eso ocurrió, el detonante fue, SUBIÓ EL PASAJE EN MICRO.
Así que pareciera que lo único que nos interesa: es viajar, aunque sea en los límites urbanos de ciudades cada vez más contaminadas.
Eso explica además, que con las metidas de pastas y manos en lo del Transantiago, la Concertación tenía que merecidamente irse cortada. Y se fue. ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? Quién lo sabe. Ya el futuro lo dirá. Y mientras tanto, iré a tomarme una agua de pirita, o zahumarme en humito de cañamito, o, por qué no, un buen saque, el poto a la jeringa, no estaría nada de mal. ¿No les parece?
frf
Un asado de verduras suena delicioso para un casi vegetariano como yo. ¿Cómo se prepara?
ResponderEliminarSospecho que hay varios numerólogos camuflados de ministros y asesores en el gobierno, amigo Fernando.
ResponderEliminarLos generalotes Ibáñez y Gamboa se cobraron 18 vidas aquel día, amigo Fernando. Pudiste haber sido el n°19 si no te hubieran agarrado del ala a tiempo. En aquel entonces, la misión Klein-Sacks ya proponía medida muy similares a las que se implementaron a sangre y fuego en la era pinochetista.
ResponderEliminarUn asado de verduras es un manjar vegetariano que exige pocas destrezas por parte del asador, a penas saber elegir y combinar buenos vegetales que pondrá a la parrilla al calor de la brasa.
ResponderEliminarRico, rico... Los morrones, las batatas y los tomates son los más sabrosos
Eso de los 19 y los 1000 están como en la media de lo real y efectivo. Conocí un capitan, hace muchos años, y como 7 años después de los sucesos, pololeaba para casarse con la mayor de mi polola, que para el 57 era teniente, y me contó la firme. Me pasó lo que me pasó por responsabilidad del colegio: a mí nadie me dijo nada, y yo me puso con 12 a caminar por la Alameda rubo a mi casa, como si fuera micro. Y los disparos no me decían nada, hasta que llegué a Serrano, serían las 3 de la tarde. Encerrado estuve como hasta las 6, y a la casa llegué a las 8. (Y no se dieron cuenta). Ah, si hubiera sido el 19 o 20, capaz qu se hubiera armado pequeño escandalillo, como hijo de parlamentario y sobrino de Senador, Agradezco que no se armó ese "escandalillo". Con carne de soya es posible armar unas hamburguesas relativamente pasables. Pero prefiero el asado de tira: bien grasudo, bien colesterolizado, algo crudillo. Y se puede armar una combinación de verduras, ahogarlas en agua hirviendo por poco rato, infiernarlas en aceite de oliva destruye pecadores en sartén de fierro, por 1 minuto, canularlas con limón y pimienta negra, queda delicioso, y acompañan de maravilla un 300gr de lomo veteado a la plancha. Sorry.
ResponderEliminarAsí es amigo Jorge. La dictadura fue la avanzada que después se generalizó con la Thatcher y Reagan.
ResponderEliminarDivertido y real. Abrazos.
ResponderEliminarQue linda sos Lore y cuanta sensatez en tus rabietas. Me anoto en la lista de candidatos que debe tener ese corazón. Te apoyo a full en esta cruzada.
ResponderEliminarDespués nos dicen que no hay inflación. Todo está hiper caro. Comerse un asado está imposible.
ResponderEliminarMaría de Mendoza
¿CUÁLES FUERON LOS ÚLTIMOS DATOS PUBLICADOS POR EL INDEC? AH!!! Ya voy preparando mi puteada elaborada a lo Pinti o mejor a lo Lanata.
ResponderEliminarJuly LOVE ♦♦
Hace unos días reparé en que Argentina lleva tiempo desaparecida del mapa noticioso internacional. Me pregunté si tan sólo era una paz armada o si habían vuelto a pillar la vaca extraviada.
ResponderEliminarComo sea, espero que las cosas siempre tiendan a mejorar en tu hermoso país mi querida Lorena.
Besos
Ahora se le dio al gobierno por alentar el consumo de carne de cerdo porque es afrodisiaca a ver si nos reproducimos y somos mas en este país tan extenso y vacio. cuando seamos muchos nos ponemos a cultivar en el patio de la casa que pusimos en una tierra usurpada y nos alimentamos de eso. como verás lorena este pais tiene serias intenciones de avanzar.
ResponderEliminarbesos linda
Lauti
Algo anda mal en la Argentina.
ResponderEliminarjajajaja- La vaca la atrapo la presidente y ahora sale a recorrer el pais con sus camioncitos y vende a bajo costo.
ResponderEliminarSon tiempos de vacas flacas en muchos sitios, aveces hay que pararse y pensar qué estamos haciendo y hacia donde vamos o mejor hacia donde nos dirigen...
ResponderEliminarji, ji, ji Agora só me falta parar de comer carne vermelha.
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