JESÚS CHAMALI -.
Según el artículo 14 de la Constitución Española "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social"
Sin embargo eso no es así cuando nos referimos al valor del voto emitido.
En España se aplica el sistema electoral D´Hondt que permite obtener el número de cargos electos asignados a las candidaturas en proporción a los votos conseguidos. Eso hace que un partido que se presente en toda España consiga sólo dos diputados con 967.000 votos mientras que uno que sólo se presente sólo en Euskadi, en las mismas elecciones, obtenga seis diputados con tan sólo 306.000 votos. Es decir, que un votante de un partido que se presente en Euskadi vale lo mismo que 9 votantes y medio de un partido que se presente en el resto del país.
¿Iguales ante la ley? No creo...
Esa desigualdad se hace más patente en Canarias en las elecciones autonómicas y locales.
Un partido que obtiene 51.000 votos y que se presente en la comunidad entera (2.000.000 de habitantes) se quedará sin representación en el Parlamento Autonómico mientras que otro que se presente en el Hierro (10.000 habitantes), con 2.500 votos tendría 2 diputados. Eso se debe a que la comunidad Canaria está compuesta por 7 islas y la ley electoral canaria marca un número fijo de diputados a cada isla menor y otro a cada isla mayor, de manera que las dos islas mayores gestionen el 50% de los diputados y las 4 menores el otro 50% sin tener en cuenta el número de habitantes. De esa manera, el 17 % de los habitantes tienen el control del 50% del Parlamento y el 83% la otra mitad.
¿Iguales ante la ley? Yo creo que no...
3 Comentarios
Pasa en todas partes. La igualdad ante la ley está condicionada por muchos factores. Es posible que no exista en lo absoluto.
ResponderEliminarMuy interesante artículo- Mis respetos y saludos.
Sí, Jesús. Toda la razón contigo y Alejandrita. Como se dice por acá, en todas partes de cuecen habas.
ResponderEliminarSería tan fácil, tan lógica y tan democrática una votación igualitaria y universal, con fracciones representativas exactas. Y sin embargo, el arte muñequeador de la política tiende exactamente hacia lo contrario.
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