PABLO CINGOLANI -.
El bosque
Uno se encuentra pues con el bosque
sabiendo que no hay abrazo que lo entibie
cuando se encoje o sacude o sufre pero no llora.
Uno sabe que el bosque no llora
Uno sabe que él oye nomás su silencio
y que el murmullo de las hojas de los árboles
y los latidos del corazón de los tigres
son nomás eso: su silencio
Si el bosque hablara, retumbaría tanto
que ninguna ciudad resistiría
Uno sabe que el bosque no habla
Uno sabe que si el bosque hablara, callaríamos
Uno no sabe nada. Lo siente nomás.
Wayra
Yo escribo aquí
que acaso dentro mío
no haya más que viento
El viento no se ve
pero tiene mucha fuerza
Vuelvo a insistir
que acaso dentro mío
no haya nada más que él
Tal vez sea sólo eso
lo que nos hace falta.
El camino
Casi como si nada
has vuelto a brillar
Casi como si nada
te vuelvo a encontrar
Rumbo a San Borja, Beni-Bolivia.
La gloria
Hoy es Viernes Santo,
cuando nacen todos los zahoríes.
Hoy es de noche
negra y sin estrellas.
La gloria, acaso fue esa vez en
1806 cuando en Buenos Aires
vencimos a los ingleses
No hay obertura que lo recuerde
Sólo esa cruz que cargamos todos.
Acaso porque no lo recordamos.
Pablo Cingolani
Río Abajo, 22 de abril de 2011
Foto: El Porvenir & Bioferica del Beni, Bolivia. Clarie Higgins Fotografía.
4 Comentarios
Preciso y precioso.
ResponderEliminarExcelente blog. Felicitaciones y saludos.
Laura
Me gusta esa conversación con el bosque. Aunque no hable, lo dice todo.
ResponderEliminarFeliz Pascua amigo.
Es hermoso *´¨)
ResponderEliminar¸.•´¸.•*´¨) ¸.•*¨)
(¸.•´ (¸.•` Lila
Brillante, sublime ¡¡ El paisaje es fantástico.
ResponderEliminarSaludos y felicidades ¡¡