Como decía el autor del Tenorio, es público y notorio que mis simpatías e inclinaciones políticas no están en el carro del triunfador este 20 N. También lo es que no suelo quedarme con lo que la prensa me da molidito para que me lo coma sin que me sea preciso masticar y así ni siquiera tenga que hacer el esfuerzo de pensar.
Un hecho es innegable: El PSOE perdió y el PP ganó.
Las razones son varias: la principal sin duda fue el cargo de cuentas que el pueblo pasa al partido que está gobernando, sea éste del signo político que sea. La prueba la tienen en el resto de Europa: en Grecia estuvo la derecha, luego la izquierda, ahora un gobierno de tecnócratas impuesto por los verdaderos amos del mundo: los mercados. En Italia el derechista Berlusconi cayó ante los mismos mercados y la gente lo celebró en las calles cantando el Aleluya de Haendel y brindando con Champán. En Francia, gobernada por la derecha, en las últimas elecciones municipales, la izquierda barrió...
Pero hay algo que quiero reseñar.
Todos los titulares de la prensa coinciden: El PP arrasó. España es Azul. El PP barrió. Y así todos. Pero quiero hacerles ver unos datos sin importancia...o tal vez no.
Elecciones del 2008
Votos para el PP: 10.278.010..................154 Diputados
Elecciones del 2011
Votos para el PP: 10.830.693.................186 Diputados
Elecciones 2008
Votos PSOE : 11.289.335.........................169 Diputados
Elecciones 2011
Votos para el PSOE: 6.973.880..............110 Diputados
Es decir, entre el 2008 y el 2011, con un crisis galopante, 5.000.000 de parados y una economía muerta, el PP sólo consiguió que 552.683 personas nuevas confiaran en ellos. Sin embargo, gracias a la perversión de la Ley de Hont y su reparto de escaños, eso se tradujo en un aumento de 32 diputados y en una mayoría absoluta.
El PSOE, sin embargo pierde en estos cuatro años 4.315.455 votantes que, evidentemente, no fueron al PP sino que se dispersaron en partidos pequeños o se fueron a Izquierda Unida, a los Verdes, o a partidos Nacionalistas. Lo malo es que, debido a la perversión de las cifras merced a la Ley de Hont, obtener un diputado para estas formaciones les cuesta el triple de votos que para los dos partidos mayoritarios, PP o PSOE.
Cierto, el PP ganó (o el PSOE perdió)
Lo que no sé es si al final esta acabará siendo para el PP una victoria pírrica si no consigue -y yo dudo mucho que lo consiga- cumplir las expectativas que ha despertado en la campaña y hacerlo mejor que el PSOE acabando con el paro en un plazo prudencial.
Y es que las cifras, a veces, aparte de perversas, suelen ser tenaces....
5 Comentarios
Descuida Jesús, el PP no hará nada que vaya a favorecer al pueblo español. Nada más tienes que ver las caras de satisfación que lucen todos. Ellos querían ganar la elecciones para tener poder. Y lo han conseguido. Ahora a esperar a las próximas.
ResponderEliminarMe hizo recordar el jolgorio histérico de la derecha de mi país, con sus sotanas al viento, sus uniformes militares y sus multimillonarias cuentas secretas, y de la gente que confió en ellos, cuando ganó la elección Sebastián Piñera, uno de los empresarios más ricos de Chile y Sudamérica.
ResponderEliminarPara ganar no repararon en gastos y empapelaron Chile con sus rostros sonrientes, secuestraron las portadas de los periódicos, los jingles de las radios y los mejores horarios de la televisión, logrando invisibilizar a todo el resto de los candidatos. Gracias al dinero apagaron al rival y se impusieron como la refrescante alternativa del cambio, que traería orden y bienestar a la gran mayoría de la población.
Hoy, el gobierno derechista de Sebastián Piñera es el más despreciado de la historia de nuestro país, al menos de la historia que puede comprobarse. Las promesas devinieron en excusas y más excusas e inculpaciones a todo lo que no fueran ellos mismos.
El desprestigio de la clase política es enorme, y es esencialmente un logro de los grupos y partidos de derecha, de los grandes empresarios, de los bancos, financieras, corporaciones, transnacionales y sociedades anónimas, porque son ellos los que necesitan Estados debilitados, gobiernos débiles, pequeños, incapaces de promover regulaciones a la gran mafia financiera.
A este festín de ciegos que vive tu país, sobrevendrá el desengaño y hasta el escarnecimiento violento de una parte de los ilusionados votantes, cuando se den cuenta que no fueron más que extras irrelevantes de un bluff electoral.
Un abrazo mi amigo.
Eso no es lo que me preocupa queridos amigos Cocha y Jorge. Por cierto, qué gran artículo el tuyo publicado aquí mismo sobre este mismo asunto, Concha.
ResponderEliminarMe preocupa que hayan ganado apoyándose en la nada, en un programa que cuando se examina a fondo -y ni tan a fondo- es una lista de buenas intenciones sin concreción y que cuando roza, que no toca -¡eso jamás!- asuntos conflictivos que destaparían sus verdaderas intenciones (si es que las tienen, que lo dudo, de antemano) no es que pasen de puntillas, es que ni pasan, simplemente hacen magia barata, la del calamar, lanzando un chorro de tinta para que la gente se fije en ella mientras que ellos salen huyendo hacia otro tema que les perjudique menos.
Lo que me preocupa, a pesar de tener yo una ideología más social, no es que hayan ganado los que creen que para salir adelante lo que hay que hacer es darle todos los beneficios a la patronal y más horas de trabajo a los obreros. Lo que me preocupa es que en el estado de postración y debilidad absoluta en que está España, se va a tomar una medicina creyendo que le va a curar de sus males y lo que se está tomando es un placebo. Y esto podría funcionarle si fuera una enfermedad psicológica, pero dudo que funcione cuando, como ahora, lo que tiene es un cáncer que le está devorando las entrañas cada vez más rápidamente.
En realidad no le temo a Rajoy. Me asusta la caterva de buitres (en femenino) que le rodean esperando que caiga para poder sentarse ellas en el trono vacío y reclamar más mano dura y más poder.
¡Pobre España! ¡Lo que se te viene encima!
Si fuera español andaría con una cara de tres metros, amigo Jesús... Franquismo y Pinochetismo tienen más en común que las últimas cuatro palabras.
ResponderEliminarLes deseo que este período de oscuridad pase muy pronto, amigo españoles... nosotros casi llegamos a la mitad del túnel.
¿Y los inmigrantes, Jesús? ¿Qué pasará con ellos ahora? Los echarán a patadas, de a poco, para que no levanten mucho polvo y no llamen la atención. Esta oscilación entre derechas e izquierdas parece una comedia absurda, predecible, que repite siempre los dos únicos capítulos, y donde los ricos acaban teniendo siempre la razón, representando la bondad, la cordura, la limpieza, la salvación religiosa, y, por otro lado, los pobres deben perder, sin desordenarse, sólo perder, porque así son las cosas.
ResponderEliminarInteligente artículo, Jesús. Saludos.