Hoy , nuevas ideas florecen.
Las incrusto rectas y precisas en los restos de mis latidos antiguos.
Invade la claridad.
He azotado piedras en mi cráneo,
también he encendido inciensos imaginarios en mi vientre.
Con enorme esfuerzo imagino armonías en el aire que me rodearán.
Nunca más seré una bolsa de papel vacía:
descendiendo y elevada a merced de la brisa.
Me sorprendo risueña por instantes.
Los recuerdos construidos con gotas ácidas, no los reconozco.
Invento una memoria nueva.
Con voz callada, pienso.
Soñando senderos boscosos, humedad vegetal en el rostro,
los pies descalzos, sucios de barro y hojas.
Empezaré levantando cadenas;
deteniendo un balanceo triste que muestra desencanto,
pidiendo perdón como si hubiera sido asesina.
Coraje... me dijeron al oído, cuando lloraba en un velorio desgarrador.
El desafío es mirar de frente verdades descoloridas.
Llevo siglos a mis espaldas.
Miro decidida hacia el cielo, luego a la tierra, imantada de toda sencillez.
Le sonrío a mi conciencia hundiendo implacable sin pausas,
un puñal invisible para despertar de vez en cuando:
sabré tranquilizarme.
Elijo recuerdos y olvidos que necesito para continuar.
He puesto a toda emoción a descansar,
sumergidas en agua azul.
Le enseñaré a mis pies a avanzar.
No hace falta plumas desplegadas para encandilar.
No necesito antifaz alguno.
Solo el sonido de la grava cuando la asfixie con los pies.
Nada más. Nada de nada.
3 Comentarios
Siento que en la vida nunca restamos, ni para bien ni para mal, simplemente no es posible, sólo sumar o arrastrar o sobrellevar todo a cuestas.
ResponderEliminarLo bueno es que el florecimiento de nuevas ideas, el descorrer telones ignorados o el abrir ventanas hacia nuevos horizontes, nos permite alivianar toda la suma a cuestas.
Hace tiempo que aposté por la vida, por lo mejor de la vida, por la vida a mí manera, con mis propias reglas, con mis propias máscaras y mis propios desnudos.
Siento que en tus palabras está perfectamente transcrita, una vez más, esa lucidez tan agobiante como deslumbrante ante el vacío que nos socava la vida.
Un abrazo enorme mi querida Luisa.
Qué maravillosa forma de abrir el mundo interior para mostrar que se convive entre luces y sombras. Sinceramente me carga la gente que hace poesía rosa, me encantan los poemas viserales.
ResponderEliminarMuy bueno, saludos.
Tu poema tiene fuerza...una vez lees la primera línea, no se puede dejar de llegar hasta el final. Condensar tantas sensaciones en palabras, es un arte, sin duda. Felicitaciones.
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