Hasta esta noche

PABLO CINGOLANI -.

He caminado con los indios, reímos juntos en los fogones de la playa de los ríos de la selva, donde nos poníamos a contar cuentos y estrellas fugaces
He caminado con otros indios, con muchos más en las alturas, reímos juntos después de fajarnos en las montañas, dejar la piel en el cerro, dejar algo más: un poco de eso que nos une como hermanos a todos los seres humanos; era nuestra ofrenda a ese cosmos vuelto piedra, vuelto nieve, que compartimos
Hasta esta noche, he caminado con ellos y con los más pobres, los más acosados, las víctimas, los perseguidos, los vulnerados en su dignidad y en su soberanía; confieso: he caminado

Hasta esta noche, caminé también con demasiados locos, todos los locos que encontré en la travesía
Hubo locos –locos militantes- que jamás olvidaré; otros fueron devorados por la arena de los días
Caminé con los artistas, con los artistas del pueblo, con los bohemios, los desadaptados, los ebrios de vida y de poesía, seres que brillan, camine por los brillos, la luz aquella, la más fantástica de todas las luces. La que iluminó tu rostro, la que bendijo mis manos

Caminé de día y caminé de noche, pero sobre todo celebré de día, porque amo al sol, amo al sol que te raja la cabeza, que te inunda de rayos UV, que te abre el cerebro, la cuca, el bocho, que te abre los sentidos a la vida, a la distancia, al horizonte; caminé por el horizonte, vaya si lo hice, vaya si me caí también

Caminé con los muertos, con mis mártires, siempre caminé con ellos, cada día, cada noche, hasta esta noche

Caminé entre los árboles y también caminé con los árboles; caminé con cedros y entre lapachos, caminé con queñuas y entre kiswaras, caminé con maras y entre quebrachos; camine hasta un algarrobo que me contó sus cuentos y con él también nos pusimos a contar estrellas fugaces

Ya que insisto, digo: he contado tantas estrellas fugaces que ya no recuerdo, pero las más bonitas, las más propias, las que más me arrullan, las enumeré en Puerto San Fermín y en Pachene. Doy fe

Eran tan potentes que uno las veía caer y pensaba que se acababa el mundo y cuando eso no pasaba, no sé porqué, respirabas y te reías con los compañeros supongo porque la felicidad cabe dentro de una visión, cabe dentro de un suspiro, la felicidad es algo así como una redención, te redime si sos feliz con lo que está delante de tus ojos: la felicidad es despojo: la felicidad cabe incluso dentro de la derrota, ¿o no, Walter?

Caminé con algunas de las mentes más lucidas de mi generación, y de un par más, pero sobre todo caminé con la gente más sensible que puede hallarse en el mundo; ese es mi yacimiento personal de dicha, esa es la parte que me hizo más feliz en la vida que he vivido, hasta esta noche

Caminé con los ciegos pero nunca caminé con los que no querían ver

Caminé por amor, por coraje: caminé sin rumbo, pero siempre caminé

Caminé por los desiertos que caminé, que quise caminar, que tuve que atravesar, y sólo yo sé porque lo hice

Y en verdad, y cada cosa, la hice porque sí, porque así es la vida, porque la vida es vivir nomás, vivir es vivir, porque sólo así la entendí

Vida caminada en bosques y en bares clandestinos donde soñabas que la revolución era una tarea inconclusa –y lo sigue siendo

Vida caminada en abismos y siempre como epopeya personal y colectiva –no acepto una existencia sin héroes

Vida caminada y que se camina, hasta esta noche

Hasta esta noche, viví así: sin cerrar jamás la puerta, abriendo siempre todas las ventanas, especialmente las del alma

Hasta esta noche, viví así: sintiendo que la vida es vivir nomás y es porque sí, si eso es cauce y si eso es causa, si eso es íntimo y es compartido, si eso que es compartido, es compartido por millones

La vida es vivir nomás y es porque sí pero es con la gente, es con los tuyos, es con el pueblo y es con tus amigos, la verdadera resistencia de la existencia, la última trinchera en el fin del mundo: allí estarán ellos

Caminé con ellos, caminé con mis amigos

Caminamos solos en el medio de la noche como arañas enceguecidas como pulpos amputados en la oscuridad más profunda y aún así nos reímos, nos reíamos, hasta esta noche

Caminamos juntos cada vez que lo sentimos y caminamos hasta el final, hasta más allá del final, porque eso también es lo bueno de la vida que se vive así. No hay final, nunca los habrá, no puede haberlos

Vida caminada, vida loca, vida breve, vida tan fugaz que no hubo tiempo ni para domarla pero menos para empaquetarla, domesticarla, transarla, hasta esta noche

Vida que me vas a ver, vida que te voy a ver, hasta esta noche

Hasta esta noche, el caos contra el terror, como me aseguró Pasolini cuando era casi un niño, y yo me lo creí y me lo sigo creyendo
Hasta esta noche, el corazón de las tinieblas, en cualquier selva del mundo, en cualquier parte del mundo…
Hasta esta noche, Patria o Muerte
Hasta esta noche, la Vicky Walsh gritando el 76 en el combate de la calle Corro: “a nosotros no nos matan, nosotros elegimos morir”: eso es Patria o Muerte
Hasta esta noche, la soledad infinita de Javier Heraud en el Amazonas, y su poema-brújula porque nosotros tampoco tenemos miedo a morir
Hasta esta noche, mi compañero el 68 y la Guerra Popular Prolongada que se volvió democracia, donde no morimos ni tampoco nos matan
Hasta esta noche, también Rimbaud, que se murió porque quiso morir, calcinado en las fraguas del destino de su Ogaden, de su Abisinia, de nuestra amada Somalia

Hasta esta noche, todos mis muertos, hasta los más íntimos: el Roby Suárez, el Negro Peter, Fabián Voiro, Alejandro Cayuba, el Carlón, el viejo Cambiasso, mis abuelos de Italia…

Hasta esta noche, todos mis muertos, hasta los más íntimos: el Alejito, la otra Vicky –la sobrina de Polti, el masacrado en Trelew-, Yager y Haidar, el “lobito” Rodríguez Saa, el Esteban Andia de Puina, Fogwill, mi tío Tito que me enseñó a armar carreras de caracoles…

Hasta esta noche, todos mis muertos, hasta los más íntimos: Leonel Luna, Isidoro, Leiva, Lito, Gabriela Carabelli –que no era monto, como los casi todos los demás militantes que anoto, sino que era del PRT-ERP, como Polti-, José Luis Roca, Toñito Carvalho, el Nacho, Julio de la Vega, la Cristina Lincopán….

Y tantos otros que mi memoria traiciona, puta memoria y la puta que lo parió: ¿porqué uno tiene que anotar a tantos muertos que son de uno? Hasta esta noche, sólo hasta esta noche, voy a recordarlos

Caminé con ellos y con todos los demás, con los muertos, con los vivos, con los ciegos, sólo con los que quieren abrir los ojos

Abrirlos al amanecer que resplandece como si el fuego del futuro fuese infinito, y lo es
Abrirlos al atardecer, cuando todo el universo recircula esperanzas y apoteosis y los ausentes que están presentes y los presentes en su jardín tienen una noche y un nuevo amanecer para comprobarlo
Abrirlos al destino
Abrirlos al aquí y al ahora

Nunca es cuando porque siempre es el momento de meterle
Siempre es cuando puedes acariciar la piel más amada, armar una guerrilla y partirle el alma a los sin fasto y a los sin gloria

Siempre es cuando puedes tocar la guitarra y escribir poesía, mandar todo al carajo y saber que la vida, la vida así, la vida loca, la vida breve, NO, NUNCA, te engañó

La vida es así, la vida es vivir
La vida es así, hasta esta noche

Mañana, 29 de agosto de 2013, cumpliré medio siglo de vida
Mañana, seguiré caminando igual, seguiré sintiendo igual, seguiré viviendo tal cual

Mañana seguiré recordando a todos los muertos, a todos mis muertos

No conozco otra vida, tampoco la quiero

Hasta esta noche, la selva
Hasta esta noche, la montaña

Quiero seguir la vida
Quiero seguir viviendo
Quiero morir
Así como la vida es
Así como la vida fue
Hasta esta noche

Celebro mis vísperas

No sé vivir de otra manera
No sabría morir si no fuera así.

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2 Comentarios

  1. Y por todo eso te celebramos, te admiramos y te queremos, amigo mío, amigo nuestro.

    Y seguimos adelante.

    Un fuerte abrazo

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  2. Anónimo11/4/14

    No sé si te conocí,pero conocí al 68 y milité con el lobito ,un abrazo

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