Escuela viva

ENCARNA MORÍN -.

Ayer visitamos la Facultad de Ciencias de la Educación invitados por el señor Decano y su equipo para que pudiéramos compartir con un grupo de casi trescientos futuros docentes lo que es el día a día en nuestra escuela.

Por momentos he retornado al pasado y me pude ubicar en aquellas mismas butacas realizando un examen de Geografía Descriptiva. Ni por asomo me planteaba en el año 1975 que llegaría a poder vivir este momento del presente.

Hemos ido en representación de nuestra comunidad educativa un grupo de padres, madres y docentes. Nos hemos sentido muy bien recibidos y atentamente escuchados. Como buenos maestros, hemos hecho nuestra exposición lúdica y amena. Rascando unas horillas al descanso del fin de semana, montamos en un soporte digital las ideas que queríamos expresar adornándolas con imágenes de nuestros momentos más genuinos con los niños y niñas.

Al salir de allí hemos sentido una sensación de bienestar, pensando que haremos muchas cosas todos juntos para mejorar la escuela y por tanto la vida de las personas. Quizá no podremos cambiar de golpe todo el sistema educativo en su conjunto, pero si podemos mejorar la vida de nuestro colegio.

Llegar a la Universidad, el templo del saber, para hablar de cosas tan simples, tan cercanas, tan reales… ha sido todo un privilegio. De alguna manera debemos de quitar magnificencia a la vida real. Hemos hablado del proceso de aprendizaje como algo inherente al ser humano y por tanto, divertido e interesante, de las buenas relaciones y el equilibrio emocional, como clave para que todo transcurra en condiciones óptimas. 

Compartimos nuestra propuesta de trabajo y de gestión con la clara intención de sembrar una semilla de insumisión ante el inmovilismo. Transmitimos a toda aquella gente joven y a los señores catedráticos que la felicidad es algo tan simple, que nos se puede contemplar en los presupuestos del gobierno. Creo que la mayor parte de ellos se fue con la sensación de que están en la carrera adecuada, la que les va a permitir ganarse la vida y a la vez disfrutar con ello. Hoy hemos puesto un granito de arena que terminará siendo una montaña. 

No solo han sido palabras, también hablamos de resultados y de propuestas concretas de trabajo. Ya se han producido las primeras reacciones y esta mañana nos han llamado algunos colegas para compartir nuestra experiencia de trabajo por proyectos, partiendo de los centros de interés del alumnado.

En medio de la maratón organizativa que supone cada comienzo de curso, hemos empezado a andar con el curriculum escolar a cuestas. Justo hoy era el segundo día en que hacíamos ejercicios con la numeración romana. Los niños, curiosos, no se quieren quedar sólo con el manejo la técnica. De pronto han preguntado por la vida de los romanos, han hablado de unos vecinos rumanos y preguntan dónde está ese país. 

Preguntas a mansalva, manos levantadas, agolpados, excitados y sin respetar los turnos de palabra. Hemos encontrado algo que les interesa a todos. Les he dicho que los romanos conocían las Islas Canarias y que incluso la llegaron a cartografiar, que en nuestro museo canario hay un ánfora romana encontrada en el fondo marino de la isla de Lanzarote. Todo eso les ha emocionado. Por primera vez en la mañana hay consenso: vamos hacer un proyecto de los romanos. Ya hemos ubicado a Roma en el mapamundi y también nos hemos localizado en el mapa a nosotros mismos. Mañana comenzaremos a marcar nuestras metas a partir de las ideas previas. Pediremos ayuda a las familias y haremos muchos trabajos curriculares a partir de este tema central. Creo que por fin tenemos la motivación en marcha. El resto va a salir rodado.

Los niños y niñas de educación infantil tuvieron su fiesta del agua en el patio hace una semana. Han traído sus bañadores, pistolas de agua, cubos y recipientes. Hemos sacado una manguera por la ventana y lo han pasado pipa con la ayuda inestimable de un grupo de madres y padres, que también debieron rememorar su niñez. Esta semana han comenzado su proyecto para saber más cosas acerca del agua. Como si la naturaleza estuviera hoy confabulada con nosotros, de forma inusual, ha caído un buen chubasco, pese a que llevamos un mes de calor sofocante.

Ayer, al salir de la facultad, de pronto vino el censor interno a preguntar si es que habíamos dicho todo, si algo se nos habría olvidado, si trasladamos con claridad lo que queríamos decir…todo es mejorable, sin duda. Pero vamos a darnos la palmadita en la espalda por haber sido valientes arrinconando al enemigo agazapado que se instaló en nuestra alma para susurrarnos de vez en cuando el consabido “No puedes”.

Hay una parte de la realidad que no es tan benigna. Estamos viviendo un momento crispado en el entorno, de alguna manera eso nos salpica. Hemos tenido que restringir el horario del personal del comedor, por culpa del presupuesto disponible y sus escuálidos salarios se han visto mermados. Algunos padres y madres pasan por crisis personales y se hieren mutuamente con los hijos como arma arrojadiza. Son muchas veces personas extremadamente jóvenes que apenas dejaron de ser hijos para convertirse en padres.

Algunas familias no disponen de agua corriente y otras sobreviven con mucho menos de lo que uno de sus representantes en el gobierno gasta en cafés.

Esta es la parte menos amable de la realidad, pero eso no significa que permanezcamos impasibles ante ello.

Los niños aspiran a divertirse, necesitan la alegría en sus vidas. Todo es tan simple y tan complejo a la vez como poder devolverles sus abrazos cargados de esperanza. 

La Escuela Pública es la escuela de la vida y con sus puertas abiertas de par en par emana vitalidad. Esa tan necesaria para afrontar nuevos retos, para dejar que la creatividad aflore, para permitir que entre todos tomemos las riendas en pos de un mundo más justo e igualitario. Por eso los niños y niñas son valiosos. Representan la esperanza, ese es nuestro más preciado tesoro.

Fotografía: Kristhóval Tacoronte

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12 Comentarios

  1. ¿Y en esa exposición lúdica y amena que hicieron ese grupo de padres, madres y docentes, en ese "templo del saber", expusieron -lúdicamente, claro, los niños que tal vez no en su centro, que debe ser la feliz Arcadia por el tono de su relato, pero desde luego si en los que mis hijos y mis sobrinos estudian, están con la dificultad para adquirir libros, material o equipamiento, asistir al comedor, acudir al colegio o instituto o, o en el caso de mi sobrina mayor, apenas empezar el curso, ya tiene una maestra de baja y sin sustituta porque no hay presupuesto.
    Esta muy bien eso de la fiesta del agua. Estaría mejor poder tener libros para todos, guaguas para todos, becas suficientes para todos, mejor preparación para los docentes y, sobre todo, aulas menos masificadas y que cuando una maestra o un maestro enfermara, hubiera otra u otro que lo sustituyera para que los niños no tuvieran esas lagunas tan grandes. No vaya a ser que al final ese preciado tesoro que usted dice se quede en baratijas, para nuestra desgracia.

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    2. Ante una realidad que nos pueda parecer desfavorable podemos optar por la queja y el desaliento, o bien decidir que podemos hacer algo al respecto.
      Nosotros somos expertos en conseguir recursos. Tenemos no sólo libros para todos sin costo excesivo para las familias, sino además becas de comedor y desayunos gratuito desde hace años.
      Nuestra primera pizarra digital se remonta al año 2005, también en esto fuimos pioneros. Actualmente todas las aulas están informatizadas y contamos con ocho pizarras digitales, que además sabemos manejar.
      Los resultados de las pruebas de diagnóstico que pasa cada dos años la Consejería de Educación nos avalan. Estamos muy por encima de la media de los centros de nuestra tipología. Estas pruebas externas no son diseñadas ni corregidas por nosotros. Nuestro mayor potencial es el verdadero trabajo en equipo. Estamos en Formación Permanente y hacemos una oferta competitiva que incluye la enseñanza bilingue en algunas áreas.
      Las familias confían mucho en nosotros y participan de la vida del centro. Los padres y madres son tratados con el respeto que merecen y establecemos con ellos relaciones cercanas. Depositan sus hijos e hijas en nuestras manos con total confianza. El buen clima escolar influye en nuestros resultados.
      Si usted reside en Gran canaria, está invitado a visitarnos. Reciba cordiales saludos.

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    3. Anónimo4/10/13

      Hola Encarna. Comparto tu manera de concebir a la educación.
      Quizás estas palabras de Freire se acerquen a lo que como docentes nos pasa: "Soñamos y trabajamos para recrear el mundo, porque nuestro sueño es un sueño con una realidad menos malvada, menos perversa, en que uno pueda ser más gente que cosa. Pero, al mismo tiempo trabajamos en una estructura de poder que explota y domina. Y esto nos plantea esta dualidad que nos hace mal”.
      Abrazo fuerte, me encanta leerte.
      Eliana

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    4. He leído atentamente su respuesta, de la que deduzco que usted está orgullosa de su labor. No dudo que merecidamente. Eso sí, mientras en mi comentario utilizaba el ejemplo particular de mis hijos y sobrino para ilustrar el caso general de sus compañeros y el de mucha más gente, en su respuesta sólo leo aquello de nosotros, en nuestro caso, "yo, me, mi, conmigo..."
      Sí, soy de y estoy en Gran Canaria. E invitación por invitación, en vez de ir a su paraíso terrenal, lleno de medios y donde mana leche y miel, ¿qué tal si se da usted una vuelta por mi centro, el CEIP León, en El Lasso? Tal vez así pueda usted palpar la otra realidad, la de la escasez de todo, incluso la de lo más esencial como es la de alimentos para los niños.

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    5. Señor Juan Antena, conozco su colegio y hasta casi somos vecinos. En este caso hablo del CEIP "Batería de San Juan". Nuestros entornos son casi similares. La invitación sigue en pie. Si hablo de nosotros es simplemente porque somos un equipo. No sirve de nada sentar polémica. Solo buscar soluciones. Quizá compartiendo lo que funciona bien y revisando lo que pueda ser mejorable, todos y todas salgamos beneficiados. Un saludo.

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  2. Encarna, tu crónica escolar me recuerda mis años de docente y sobre todos los ejercidos en escuelas rurales, en el campo, en medio del monte con muchísimas adversidades, como falta de un teléfono, de luz, pisos de tierra, paredes de adobe y paja, sin libros...Eso en un primer momento ,luego la cosa fue mejorando...y quizás hoy veo aunque ya no doy clases allí que se ha avanzado ,sin embargo esos problemas que plantea el lector Juan Antena subsisten ;aquí,(Argentina) el salario de los docentes no alcanza, hay huelgas cada tanto, el tema de las suplencias también es similar como tantos tros seguramente.Lo que si coincido es con ese sentimiento de vocación y espíritu que nos guía a los maestros y profesores cuando hacemos nuestra labor conamor, con pasión , con la mira en esos niños y jóvenes en quienes intentamos transmitir lo que consideramo es bueno y mejor para ellos.Tu texto habla de eso, no lo siento como un halago hacia las políticas educativas.Supongo que en España como aquí cada cosa que decimos o expresamos se torna politizado...A mí me refrescó recuerdos y nostalgias no de una Arcadia sino de ese oficio maravilloso que es enseñar y la íntima satisfacción que uno se lleva como un bálsamo,Un abrazo. Patricia.

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    1. Un abrazo de vuelta Patricia. Que no decaiga la ilusión, o estaremos perdidos. Cierto que hay un descenso del gasto público, no obstante, la Escuela Pública es con creces la mejor dotada. Hace 37 años que me dedico a este trabajo y ha vivido diferentes situaciones. Mis hijos han sido siempre alumnos de la pública.

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  3. Soli Cillero Fernández.4/10/13

    Buenas noches.
    Ha sido un relato muy bonito, entenecedor e inteligente. En él nos haces partícipes de una realidad escolar inmersa en una realidad social bastante dura.

    SÍ que somos expertos en buscar recursos....incluso cuando más nos recortan por arriba, más reciclamos por abajo, y en nuestras escuelas públicas se puede encontrar asombrosos y creativos recursos.
    No le damos la espalda a lo que nos rodea, porque lo tenemos, a su vez, dentro del aula.
    Llevar a la Universidad con mayúscula las experiencias del cole es muy enriquecedor...es una gran puesta en contacto. Que no decaigan los ánimos, Encarna..
    Y la foto, de Khritóval, estupenda y muy ilustrativa. Es la escuela que queremos: vivita, alegre y coleando.
    Gracias.
    Soli Cillero.

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    1. Buenas síntesis Soli...tenemos que remar todos juntos en la misma dirección..Un abrazo.

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  4. Emociona, más aún todo lo que necesitamos en Chile este tipo de episodios que dejen atrás el vergonzoso negocio educativo que nos acogota.

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  5. Anónimo6/10/13

    "Remar juntos en la misma dirección", con un mismo objetivo: Desmontar desde la base todo este sistema corrupto, opresor, verdugo. Y la base comienza en la familia y la escuela, y ahí es donde hay que estar más unidos y tener las ideas más claras. Desde ahí se cambia toda la realidad de ilusión que penetra en las mentes a través de los medios, de la idioTV, de las manipulaciones de masas, Pues ahí es donde más golpean.
    De nada sirve esperar que este sistema venga a solucionar los problemas de la educación (ni ningún otro problema de la humanidad)... quejarse de puertas pa´dentro tampoco arregla nada.
    Por eso, poner el esfuerzo y la creatividad para contrarrestar la inercia a la que nos quieren someter será siempre un paso adelante.
    La exposición en la Universidad de la experiencia en el Colegio que dirige Encarna, junto a su grupo docente y padres, es un reconocimiento muy importante de un camino que ya es un referente a seguir.
    Williermo

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