JESÚS CHAMALI -.
El 4 de febrero del 2011 se produjo la primera manifestación contra Bashar El Assad, el actual presidente de Siria que heredó de su padre el puesto que ocupa, como si de un califato habláramos, aunque Siria es -al menos en su Constitución- una República Árabe.
El 18 de marzo de 2011 las tropas sirias dispararon por primera vez contra los manifestantes desarmados con el resultado de cuatro muertos y centenares de heridos. Entre ambas fechas, cientos -quizás casi mil- detenidos, desaparecidos de los que nadie sabe dónde los retienen (Siria dispone de una amplia red de centros de internamiento e interrogatorios secretos) amparándose en una Ley de emergencia nacional en vigor desde 1.963.
Desde esos primeros cuatro muertos hasta los últimos de ayer, 28 de septiembre, los cálculos más conservadores estiman una cifra de 2.700 los ciudadanos sirios muertos en las calles por pedir un poco de libertad o en las comisarias o centros de detención a manos de los "hábiles interrogadores" del presidente Assad, quien no dudó ni un instante en cercar pueblos enteros y bombardearlos con sus blindados, tal y como hizo su padre allá por 1.982.
Por menos de eso la Comunidad Europea, la ONU y los EEUU se coaligaron para liberar Libia.
Por bastante menos de eso la Comunidad Europea, la ONU y los EEUU se coaligaron para presionar al presidente Hosni Mubarack y que dimitiera.
Por mucho menos que esto la Comunidad Europea, la ONU y los EEUU se coaligaron para apoyar a los rebeldes tunecinos en su lucha contra el gobierno corrupto de Ben Alí.
Sin embargo la Comunidad Europea, la ONU, los EEUU, Rusia, China, Venezuela (¡por supuesto!) e Irán rechazan de plano cualquier intervención militar y sólo están dispuestos a ejercer sanciones del estilo de impedir que el presidente, su familia o sus colaboradores puedan viajar por Europa o congelarles las cuentas que tengan en ella.
¡No sé si Bashar y su gente podrá soportar estoicamente tanto dolor, la verdad!
Mientras tanto, cada día, entre 30 y 50 sirios mueren a manos del ejército. Ejército, eso sí, que ya empieza a desertar, asqueado de matar a ese pueblo desarmado que juraron defender, y de servir de coartadas para las mentiras infames de sus mandos.
Asqueados de torturar hasta la muerte a niños de 8 años "por ser una amenaza para la seguridad del Estado," para después devolver el cuerpo destrozado a sus padres y continuar de esa manera el castigo y el dolor con ellos.
Asqueado de defender consignas en las que ya no creen y que creían enterradas con el cadáver del padre del presidente, del mismo presidente que les vendió la idea de una Siria más moderna y acorde con los tiempos, del mismo presidente que logró que confiaran en él porque era médico y había estudiado y vivido en Europa.
Pero se ve que la sangre tira.
Y hoy en Siria la sangre que se tira es la del pueblo que día a día sale a la calle, perdido el miedo, dispuestos a morir, sabiéndose solos, con la única esperanza de que en algún momento sean más los soldados que deserten que los que se queden.
O que sean más los manifestantes que el número de balas de las que disponga Bashar el Assad.
Por bastante menos de eso la Comunidad Europea, la ONU y los EEUU se coaligaron para presionar al presidente Hosni Mubarack y que dimitiera.
Por mucho menos que esto la Comunidad Europea, la ONU y los EEUU se coaligaron para apoyar a los rebeldes tunecinos en su lucha contra el gobierno corrupto de Ben Alí.
Sin embargo la Comunidad Europea, la ONU, los EEUU, Rusia, China, Venezuela (¡por supuesto!) e Irán rechazan de plano cualquier intervención militar y sólo están dispuestos a ejercer sanciones del estilo de impedir que el presidente, su familia o sus colaboradores puedan viajar por Europa o congelarles las cuentas que tengan en ella.
¡No sé si Bashar y su gente podrá soportar estoicamente tanto dolor, la verdad!
Mientras tanto, cada día, entre 30 y 50 sirios mueren a manos del ejército. Ejército, eso sí, que ya empieza a desertar, asqueado de matar a ese pueblo desarmado que juraron defender, y de servir de coartadas para las mentiras infames de sus mandos.
Asqueados de torturar hasta la muerte a niños de 8 años "por ser una amenaza para la seguridad del Estado," para después devolver el cuerpo destrozado a sus padres y continuar de esa manera el castigo y el dolor con ellos.
Asqueado de defender consignas en las que ya no creen y que creían enterradas con el cadáver del padre del presidente, del mismo presidente que les vendió la idea de una Siria más moderna y acorde con los tiempos, del mismo presidente que logró que confiaran en él porque era médico y había estudiado y vivido en Europa.
Pero se ve que la sangre tira.
Y hoy en Siria la sangre que se tira es la del pueblo que día a día sale a la calle, perdido el miedo, dispuestos a morir, sabiéndose solos, con la única esperanza de que en algún momento sean más los soldados que deserten que los que se queden.
O que sean más los manifestantes que el número de balas de las que disponga Bashar el Assad.
15 Comentarios
Es difícil articular palabras que describan la impresión que genera conocer esta realidad, sólo decir que es imposible quedarse indiferente después de haber leído...
ResponderEliminarGracias y saludos
Estamos en qué manos y hasta las manos. Buena reflexión, estoy de acuerdo.
ResponderEliminarLA última imagen es especialmente conmovedora, golpea directo al corazón y surgen tantas preguntas. Las palabras, las explicaciones suman bronca a la sensación de impotencia y tristeza. Terrible!
ResponderEliminarNos tendríamos que blindar los ciudadanos honestos para sobrevivirlos a ellos.
ResponderEliminarDictadores despiadados que sin embargo aún deben ser funcionales a los intereses imperialistas. En su momento tampoco importó que los somalíes se masacraran entre ellos. No habían intereses económicos ni geoestratégicos relevantes que defender. El tablero del ajedrez es complejo, aunque siempre las piezas blancas llevan la partida. El dictador sirio se ha condenado a sí mismo y a los suyos con su despreciable ferocidad. Los tipos así no duran demasiado. Esperemos que lo que venga luego sea mejor que esta peste.
ResponderEliminarAbrazos mi querido amigo.
He podido comprobar en sus datos biográficos en este blog que sus orígenes son sirios, aunque vive usted en las islas canarias. Debe ser más doloroso para usted ser testigo de estas barbaridades.
ResponderEliminarNo comprendo cómo el pueblo sirio, tan culto, cuna de grandes civilizaciones, ha podido soportar durante tanto tiempo la dictadura de padre e hijo. Claro que aquí, en España, soportamos durante cuarenta años la dictadura de un señor bajito con voz de pito, y que sólo acabó cuando éste murió en la cama y de una vulgar enfermedad, así que...
Sólo hay algo que no entiendo: ¿qué tiene este señor El Assad para que disponga de bula para hacer lo que venga en gana sin que nadie ose interponerse en su camino?
Mi apoyo, que sé que de poco vale, y mis felicitaciones por su artículo tan bien escrito.
Leo con dolor, con pena y con resignación.. Sí, no tengo la más minima idea de cómo puede mejorar esta situación, esa y muchas otras de las que me voy enterando. Me gustaría por mi salud mental poder creer que todo mejorará, que todos estos tipos serán ajusticiados y viviremos mejor.. pero no puedo. Cuando leo sobre estos asuntos me informo y me enfermo de pesimismo, al rato saldré a tomar un poco de sol para recuperar la luz que se me apaga cuando siento la presión de la impotencia en mi alma.
ResponderEliminarSaludos Jesús, a pesar de mis reniegos es "bueno" leerte!!
Algunos amigos míos saben que, a pesar de que mi padre era sirio y mi madre libanesa -dos tierras que hermanas que eran una bajo el Impero Otomano y el protectorado Francés, cuando, llegaron a la independencia "controlada" desde la Metrópoli, y con una constitución creada casi al dictado del que hasta ayer era el amo- y de haber nacido yo en España, carezco de patria alguna. Al menos eso reza en mis documentos donde en el lugar de nacionalidad actual, desde principio de los 80 pone "apátrida" o en el mejor de los casos "no consta".
ResponderEliminarSiria, a pesar de que mi padre fue Cónsul Honorario en la fecha de mi nacimiento, no me reconoce y me retiró el pasaporte en las fechas en la que el padre del actual presidente arrasaba a sangre y fuego el pueblo de Hamma, allá por el 82.
España, gobernada por los socialistas, impuso la ley llamada del cerrojazo y decretó que para tener permiso de residencia había que disponer de permiso de trabajo, y para disponer de permiso de trabajo era imprescindible tener antes permiso de residencia, y para obtener cualquiera de ellos, disponer de un pasaporte con visado de entrada en vigor. Pues bien, como yo no disponía de pasaporte -la embajada lo retuvo porque estaba en edad militar y era sospechoso de poder ser un subversivo al no presentarme a la llamada a filas, y en cualquier caso, jamás tuve visado de entrada porque había nacido aquí, tropecé con lo que se llama el funcionario buRRocrata (así, con dos rr) de turno y decidió motu proprio que yo no podia hacer nada y durante años y años memandó al limbo administrativo hasta que cinco o seis años después, en un cambio de gobernador civil, un alma caritativa arregló el tema para que, al menos me consideraran apátrida. Y así, con dos hijas españolas, parejas españolas, hermanos españoles, pagando impuestos en España, llevo viviendo desde entonces.
¿Cuál es mi país? ¿Siria? ¿Libano? ¿España?
Yo soy de donde cualquier ser humano pueda decir con libertad lo que sienta y lo que piense sin miedo a que cuando suene el timbre de su casa de madrugada sea otra cosa que el lechero. Mientras esto no sea así, seguiré siendo apátrida.
Me duele las oportunidades que hemos tenido los de mi generación y cómo las hemos tirado a la mierda. Oportunidades de acabar con las dictaduras a través de la educación, de la cultura, del diálogo, de las nuevas tecnologías.
Sólo espero que lo que nosotros no supimos o no quisimos hacer, lo puedan hacer los que vienen atrás empujando y que nosotros dejemos de estorbarles.
Considera a mi hogar como una pequeña patria que te recibirá siempre con los brazos abiertos, mi querido amigo.
ResponderEliminarLa campaña mediática de U$rael, la hásbara, contra Irán no cesa, por órdenes de Tel Aviv y Nueva York. Ahora que ya se encargaron de Irak, al que destruyeron con los pretextos de las Armas de Distracción Masiva, y de Libia y, en estos momentos, de Siria por ser amigo Assad de Ahmadinejah, el paso siguiente es Irán. El hecho es que el país del Medio Oriente que YA tiene armas nucleares (en Dimona) es Israel y es el único país del área que es activamente agresivo desde su fundación hace medio siglo(masacre de Nakba, masacre de Gaza con cientos de niños muertos, incursiones contra Egipto, Irak, Siria, Líbano etc).
ResponderEliminarIrán tiene un gobierno apoyado por la mayoría de la población en elecciones, cosa de la cual tuvo que dar razón hasta la encuesta del New American Foundation, entidad apoyada por los Rockefeller de Nueva York. Uds. se hacen parte de la campaña de N.Y.
http://rt.com/usa/news/ahmadinejad-new-york-campaign/
Le sugiero a Chamali, que no sólo escoja sus fuentes de Nueva York, Tel Aviv o EL PAIS (perdón, me repito, dije ya N.Y. y T.A). Aquí le envío una "nota" rusa
http://actualidad.rt.com/
La campaña de NuevaYork/Israel a la que se suma este artículo manipulador de Chamali, con la foto de la chica sin ojo (con la cual Chamali mata dos pájaros de un tiro y se gana la simpatía automática de muchas lectoras)tiene una imagen de los líderes de Siria e Irán juntos, el nuevo "eje del mal", el eje-del-mal-du-jour. Siria NADA tiene que ver con la llamada "Primavera Arabe" que impulsó el cambio político y social en Túnez y Egipto.
ResponderEliminarLa Primavera Arabe tiene dos componentes fundamentales: el uno es de política interna y el otro no. La Primavera Arabe ve a Israel y a USA como una entidad maligna para el mundo islámico y sumamente peligrosa para el resto del planeta (como bien insinúa el comentarista anónimo de arriba). Mubarak, el ex líder egipcio, era definido por Israel como "el mejor amigo nuestro", el único que les quedaba en esa región. El sirio Assad ¿se parece en algo a Mubarak? en absoluto; no; ni era "un buen amigo de Israel" ni les tenía miedo. Al contrario: les prometió a los sirios que le iba a reclamar a Israel que les devolviera las tierras sirias. El otro que les quedaba a los israelíes era Turquía; pero, cuando asesinaron a la gente de la flotilla que iba a ayudar a los del ghetto de Gaza, muchos turcos, pues los israelíes perdieron el apoyo del ministro turco Erdogan, así como la simpatía del mundo. Ya no les funcionan las pelis de Spielberg sobre el Holocausto, porque ellos, los israelíes, han creado un holocausto reciente en Gaza y permanentemente ponen al mundo en peligro de guerra. ¿Cómo? A través de Nueva York, como dice el comentarista efectivamente, y por medio de la opinión pública en campañas mediáticas de millones de dólares, orquestradas en Madison Avenue. Lo que leo de Chamali aquí, es lo mismo que estoy leyendo en otros medios y hasta las fotos. Amazing! María Eugenia
Srs Anónimo y Pirugenia: yo no defiendo dictadores. De ningún color, ideología o religión. Si se dan un paseo por mi blog podrán leer alguna entrada igual de crítica con Israel y su política, pero desde hace años decidí no ser ciego ni dejarme influenciar por nada, ni siquiera por comentarios como los de ustedes, a los que respeto como personas, pero que desde mi óptica personal y mis vivencias estimo cuanto menos equivocados y, desde luego, partidistas.
ResponderEliminarYo no odio a ningún pueblo por el mero hecho de serlo.
No odio al musulmán por ser musulmán ni al judío por ser judío ni al cristiano por ser cristiano. Allá cada cual a quien decida inclinarse y rezarle. Yo, desde mi libertad de libre pensador, sólo me inclino ante lo que considero la verdad y ante la razón que nace de ella y de la cultura.
Sí, es cierto, la foto es desagradable, pero es real. Y a la chica no la hirió un soldado judío ni un colono judío. Al menos no esta vez.
¿Qué debería haber puesto según ustedes? ¿Las declaraciones alucinadas del presidente de Irán sobre el 11S que se empeña en negar lo que todos vimos e inventarse una realidad paralela que sólo a él le interesa para justificar lo injustificable? ¿O las que dice que el Holocausto no existió?
¿Eso justifica que los gobernantes actuales de Israle y los EEUU boicoteen la creación de un estado palestino? Claro que no. No y mil veces no. Palestina hoy, como Israel en su momento tiene todo el derecho legal y moralmente a tener su estado, pero los países europeos con mala conciencia por lo ocurrido con los judíos en la IIGM, y los EEUU, prisioneros de los lobbys judíos y sus votos, son demasiado para un pueblo sin riquezas.
¿Y eso hace menos tirano y odioso a Bashar El Assad? Yo creo que no. Nadie tiene el derecho de hacerse el sordo contra su pueblo como lo hace él. Nadie tiene el derecho de disparar contra su pueblo como lo hace él. Y eso, le pese a quien le pese, lo convierte en dictador y en criminal.
Tu texto, amigo Jesús, me hizo enfrentarme cara a cara con mi condición de ciudadano, ser pensante y hombre político, todos concepto tan menospreciado por el populismo conservador que nos azota. Hubo un tiempo, Jesús, en que creí que podían haber dictaduras más buenas que otras. Las de inspiración izquierdista, bienvenidas, dada su noble inspiración, pensaba entonces. Sin embargo, hoy veo que nada justifica el totalitarismo y la barbarie, a los que hay que combatir aunque nos duela. Gracias amigo, por hacernos reflexionar y discutir.
ResponderEliminarLa sangre derramada, la libertad pisoteada, el miedo, la muerte, una única idea oficial -sea ésta del color que sea- querido amigo Claudio nunca es buena; jamás es aceptable.
ResponderEliminarEs cierto que esta democracia esta corrompida hasta el tuétano, pero vos y yo aún podemos levantarnos y señalarla con nuestro dedo acusador. E incluso movilizarnos para tratar de cambiar las cosas como el movimiento de los indignados en España o de los estudiantes en Chile. Echarles pulsos a un Gobierno que a su vez sacará a sus perros policías a las calles, pero no a sus blindados abriendo fuego. Eso lo hubiera hecho Franco o Pinochet, o la Junta militar Argentina o Stroessner o Hu Jintao o cualquiera de los dictadores pasados o actuales que siguen gobernado férreamente sus países bajo el código del terror.
Eres un gran escritor, de tus escritos deduzco que además eres una gran persona y, desde luego, desde que tengo la suerte de poder leerte, eres para mi un referente.
Gracias por tus aportaciones que no paran de enriquecerme.
Jorge, siempre he sentido tu compañía como la de un hermano y tu pequeño espacio como un refugio donde no sentirme ajeno. Gracias por esas palabras.
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