EDUARDO MOLARO -.
/ Del Atlas Desmemoriado del Partido de Lanús
Durante muchos años, epistemólogos, filósofos, sociólogos, profesores de literatura y quinieleros han intentado encontrar entre los retazos literarios del Poeta Edmundo Morales aquel famosamente misterioso "Poema Perfecto¨.
Nadie supo jamás el motivo por el cual se lo conocía con ese nombre. Es necesario decir que, entre tantas consultas, hemos obtenido menos certezas que neblinosas conclusiones.
Sin embargo, se coincide mayoritariamente en que se trataba de un poema, de cinco estrofas, de cuatro versos endecasílabos cada una.
Pero lo singular del poema no era su estructura, sino la verdad revelada que se ocultaba en él.
Los miembros de la asociación metafísica ¨Saint Germain es Gardel¨ aseguraban que la lectura de aquellos versos proporcionaban al lector la revelación misma del Universo, el hallazgo de la luz interior necesaria para alcanzar el Nirvana, el amor de todas las doncellas, e incluso el conocimiento cabal de qué número iba a salir en la Lotería de Santa Fe.
Lo misterioso es que el propio Edmundo Morales, hombre de recitar de memoria cada verso, había olvidado por completo aquel poema.
Los integrantes de la agrupación esotérica ¨No estamos solos¨ creían que Morales sólo había sido un juguete de los funcionarios del destino, una especie de intermediario involuntario entre las entidades celestiales y los simples mortales, y que - una vez depositado en su pluma el mensaje - borraron todo indicio en la memoria del poeta.
El Brujo Maciel, conocido hechicero, macaneador y amigo personal del poeta Morales, tenía su propia visión del asunto:
¨Edmundo escribe todo el tiempo. Casi siempre pa´ levantarse a una mina. Y cada día mejora su técnica. Por eso lo extraño no es que Morales nos dejara un poema Perfecto, sino el hecho de que no pudiera recordarlo. Pero alejen de sus mentes la idea de que alguna entidad superior le quitó la memoria, porque la respuesta es mucho más terrenal: aquella noche Edmundo se había bebido una botella completa de Caña Legui. Y sabido es que, entre las personas de espíritus sensibles (y algunos borrachines de Bar), aquel brebaje es bien conocido como EL Licor del Olvido".
Pero más allá de la escéptica visión de Maciel, los amantes de historias extraordinarias (y algunas chusmas de peluquerías) se obsesionaron con la idea de encontrar un texto que les revelara el Absoluto.
Tal vez por eso, durante años, muchos vecinos buscaron por todas partes, e incluso saquearon el cuartucho de Morales, con la esperanza de hallar aquel poema.
Una noche Morales fue secuestrado por agentes de la Sub-comisaría 8va. de Villa Obrera a efectos de hacerle confesar al Aedo el paradero de aquel texto prodigioso, pero sólo obtuvieron de él algún que otro dato sobre mujeres de moral distraída de la zona, gustosas de practicar el ejercicio venéreo con miembros de la repartición policial.
Otra tarde, las chicas del coro de la Iglesia San Cayetano se hicieron presentes en la habitación del poeta, exhibiendo sus pechos con la intención de corromper la supuesta discreción de Morales a la hora de ocultar cualquier vestigio del Poema Perfecto.
Dicen que Edmundo, por no despreciar, aceptó el convite, pero nada les reveló a las entusiastas muchachas, que se retiraron de allí –entre exhaustas y satisfechas- con un poema distinto cada una y creyéndose portadoras del famoso texto.
Heráclito D´Exceso, el filósofo amigo de Morales, no quiso dar demasiadas precisiones sobre el particular y se limitó a decir: ¨No rompan las pelotas! El Poema Perfecto es la letra de la marcha del glorioso Club Atlético Lanús!¨
A estas alturas, ya nadie sabe si aquel poema fue encontrado, o si se perdió para siempre, o si jamás existió.
Sin embargo, quien esta crónica escribe, tiene la sospecha (o la esperanza) de que manos anónimas se apoderaron de él.
Lo más probable, si es que aquello ocurrió, es que la persona que lo leyó no haya entendido nada de lo que allí se le revelara.
O – tanto peor – que aquel que pudo navegar con sus ojos aquellos textos luminosos hoy esté gobernando arbitrariamente nuestros destinos.
Tal vez al punto de que – en un preocupante y aterrador arrebato de último momento – me permito dudar de mi autoría en este relato.
9 Comentarios
Una búsqueda que se extiende hasta lo inimaginable, se entiende! Quién no quiere saber???
ResponderEliminarMuy divertido :)
Gracias, Sofi. Lo seguiremos buscando!
EliminarCómo saber cuál será el próximo número premiado en Santa Fe. Sabrosísimo nuevo capítulo del Atlas Desmemoriado. Un abrazo grande, amigo Edu.
ResponderEliminar...y no lo busco por otra cosa que conocer ese deseado dato, querido amigo. Otro abrazo para usted!
EliminarComo la mayoría de los mortales,los amigos de Lanús andan en la búsqueda de algo,que tal ves nunca existió.Pero esa condición es una necesidad propia del ser humano.( vaya, parece que me estoy poniendo grave)
ResponderEliminarMuy bueno este capítulo amigo Eduardo.
Saludos
Tal vez sea una condición humana, Luis. Pero tratadistas de San Petesburgo ( o acaso Montevideo ) han llegado a dudar de la humanidad de los habitantes de Lanús.
ResponderEliminarUn gran abrazo, querido Luis.
Tal vez sea una condición humana, Luis. Pero tratadistas de San Petesburgo ( o acaso Montevideo ) han llegado a dudar de la humanidad de los habitantes de Lanús.
ResponderEliminarUn gran abrazo, querido Luis.
Yo habite Lanus. Y despues de leer todo esto, me siento tan improbable como acertar el numero de la loteria de Santa fe...
ResponderEliminarMagnifico texto
Tardíamente, te agradezco
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