EDUARDO MOLARO -.
Apuntes sobre Plaza Constitución
La fauna ecléctica que se presenta en algunos sitios de Buenos Aires suele constituir un buen apronte para cualquier poeta aficionado.
El barrio de Constitución se presenta desde su ferroviaria existencia como un lugar más cercano al lumpen que al glamour; sus esquinas con olor a basura y simiente, sus semáforos tartamudos y su tránsito histérico, febril y surrealista, atrapan al visitante desprevenido tal vez de prepo.
Así es Constitución. Y dueño de esa bella fealdad, su continente cobija personajes de la más variada especie:
¨ Nadia es rosarina. Alguna vez un tren la trajo desde sus sueños de ser bailarina clásica. Al tiempo se instaló en el Barrio de Constitución.
Mientras estudiaba en el conservatorio tenía que ¨ parar la olla ¨ trabajando como secretaria de un gris gerente, en una gris Empresa.
Sus compañeros de trabajo solían contar toda vez que Nadia pasaba de una oficina a otra dando pasos elegantes, con papeles en las manos, como si a través de nubes caminara. Con los años, se fue frustrando hasta abandonar definitivamente el conservatorio de danzas clásicas.
Hoy se gana la vida bailando, pero en un rubro que los ¨ yonis ¨ llaman ¨ Danza exótica ¨, y que aquí llamamos ¨ el de una puta que se desnuda para los viejos babosos ¨
Todavía vive en Constitución ¨
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¨ Floreal siempre quiso ser mimo. Los más nostálgicos recuerdan cuando Floreal se paraba frente a las boleterías del ferrocarril e imitaba los movimientos y gestos de las personas que esperaban al tren que los devolviera a sus vulgares existencias hogareñas.
Difícil fue explicarle a la policía que Floreal no era ladrón, aquella vez que había sido apresado imitando el movimiento de unos ¨ pungas ¨ de la zona. Floreal estuvo ¨ guardado ¨ seis meses, mitad porque las autoridades no entienden mucho sobre el arte de la pantomima, y mitad porque los ochenta pesos que le encontraron a Floreal pertenecían al tipo que lo denunció.
Pero un día Floreal se perdió para siempre. Muchos dicen que un tren se lo llevo hacia el sur cuando él intentaba imitar a un contingente de personas que viajaban a Zapala; otros dicen que se convirtió en la réplica exacta de un reloj ¨ Longines ¨ de cuatro tapas que cuelga en el hall central de la estación.
También cuentan que la sombra de Floreal dejó de imitarlo y desapareció una noche, dejándolo sin su propio reflejo en las paredes y en las baldosas.
Los mendigos que duermen en la estación aseguran haberlo visto varias noches buscando su sombra entre los residuos ó debajo de los andenes.
Sin embargo, los más heterodoxos dicen que Floreal murió atropellado por un tren mientras intentaba imitar a un suicida, con mucho éxito.
No está mal pensar, entonces, que lo que se observa durante las noches es la sombra de Floreal buscando al propio Floreal ¨
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Historias de Constitución
¨ Detrás de la Iglesia que custodia la Plaza, se encuentra una calle que solo aparece algunas noches: Es la calle de las novias engañadas.
No existen registros urbanísticos sobre la existencia de esa arteria, pero los vecinos conocen su ubicación, aunque lo nieguen.
Durante las séptimas noches de cada mes, ejércitos de novias engañadas transitan la calle envueltas en sus vestidos nupciales, como fantasmas que ignoran su condición de tales.
Pocos aventureros se han atrevido a presenciar el ritual. Los más valientes fueron allí con fines estrictamente venéreos, pero regresaron de aquel Aquelarre con serias deficiencias en el habla y en la visión.
Las autoridades municipales han enviado distintas cuadrillas de urbanistas a efectos de hacer una registración catastral de aquella misteriosa calle, pero ninguno de ellos supo dar con el paradero. Incluso, algunos fueron rescatados de las garras de unos nativos belicosos, cerca de Villa Soldati.
Los vecinos conocen el secreto de esa calle, pero jamás lo revelarán.
Se dice que los habitantes de Constitución suelen ser los más discretos del Universo¨
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Pero los misterios del Barrio de Constitución no terminan allí.
¨ Se dice que todas las madrugadas, mientras la ciudad se abraza a la almohada metafísica de sus ensoñaciones, se escucha el rumor silencioso de una formación espectral que parte desde el andén número 5 de Constitución, llevándose a las almas de los condenados que son raptados en la plaza por los demonios durante la noche.
Los pocos habitantes despiertos de la zona acostumbraban oír el sonido de una campana que anunciaba la partida de aquella formación fantasmagórica, pero, cual Ulises prevenidos, tapan sus oídos y se atan a sus camas para no ser seducidos por el tañido seductor de la muerte¨
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Hasta aquí parte del anecdotario casi literario de la zona.
Pero la realidad indica que el Barrio de Constitución atrapa desde su fealdad manifiesta, tal vez porque allí todo puede ocurrir, allí todo es posible!..menos ser felices.
Eso no ocurre en ninguna parte.
6 Comentarios
Increíble; este es Molaro pero "en serio" y sin caer en el humor negro, tentación predecible en quien escribe la crónica del partido de Lanús. Difícil encontrar una plaza que haya sido marcada por un escritor como Molaro... "sus esquinas con olor a basura y simiente, sus semáforos tartamudos y su tránsito histérico, febril y surrealista". Tremendo escritor y entre los argentinos solo le conozco un parangón, que es Cingolani. Ojalá escribiera aquí, en Plumas Hispanoamericanas, mi ex colega argentina Valeria Agis. Vive en Buenos Aires.
ResponderEliminarJa! Muchas gracias, Pirugenia! Ya mi querido ATLAS DESMEMORIADO DEL PARTIDO LANÚS la semana que viene saldrá s caminar en forma de libro. Lástima tenerla tan lejos y no poder invitarla a la presentación. Le pasi mi mail: edumolaro@hotmail.com
EliminarMe encantó Saludos desde México..
ResponderEliminarMuchas gracias desde Argentina!
EliminarImposible no quererlo, amigo Molaro. Tremendo como siempre.
ResponderEliminarNo hace falta decir que es recíproco, amigo Jorge.
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