La magia es tuya

PABLO CINGOLANI -.

Tuyos serán los abismos que te hielen los dientes, te los tuerzan como remolinos, los agrieten como estepa helada, piel de estaqueado, sombras

Tuyos serán las tormentas que hundirán tus ojos en cazuelas de percebes oxidados de tanto desear un muelle

Tuyos los desiertos congelados donde el tiempo es un mamut herido que sabe que si no es el volcán el que devasta, lo arrasarán sus propias lágrimas, desconsoladas porque al cauce de tanto dolor lo ha borrado un cyber niño

Tuyos los que mienten sin freno que buscaran acampar, asolar tus playas; tuyos sus labios que escupen tabaco podrido, falsías y devociones al Señor de Atocha que ni ellos mismos se creen

Tuyas las arañas que caen vertiginosas desde los caireles de un cielo lleno de plomo y cometas contaminados, violetas e inquietudes más grandes que montañas y esa misma vastedad sin horizontes poblada de cangrejos ciegos que sueñan carmesíes sin desearlo de verdad ya que su piel se ha vuelto bruma o se volvió hastío

Tuyo el sol negro de los desdichados que piden pan o perdón o putas o quién sabe qué cosa piden porque en este mundo televisado por la CNN, piedad o peces dan lo mismo

Tuyo el silencio de tierra de nadie, de mala leche, de arena y espanto, de los eriales sin cristos que se aparezcan de milagro a tomarse un trago con vos después de cabalgar cien guerras, cien quebradas, cien vidas

Tuya la gloria despiadada de los que no saben morir pero aún ríen porque burbujas fluyen balazos olvidamos, balazos no sabemos

Tuyo el destino si sabes entender que la magia, que la magia capaz de abolición, capaz de inventar nuevos mundos nuevos, magia tenaz de redenciones, la magia, la pura magia, también es tuya.

Pintura: Rufino Tamayo