MIGUEL SÁNCHEZ-OSTIZ -.
Al vitriolo, carcajadas aseguradas e
indudable genio por parte de Bajo Ulloa y de esos dos actores enormes que son Karra Elejalde y Manuel Manquiña… ¿De
qué nos reímos? De nuestras miserias, de quienes nos abusan, de
aquellos figurones que detestamos, uniformados, ensotanados, coronados,
de nuestra impotencia, del asombro que nos produce comprobar que no
nos rebelamos, que como mucho nos reímos y pensamos, derrotistas de
nosotros mismos, que algo es algo. La subversión es otra cosa y hoy te
persiguen con solo nombrarla. Picaresca y esperpento, no son géneros, o
no solo eso, son formas de vida y no solo españolas: maestros, somos
maestros en ese arte del vitriolo, por apaleados, por burlados, por
abusados, por fatalistas que “saben”… ¿Qué saben? Que son perdedores sin
remedio y así se entregan. Detrás del esperpento y la picaresca hay
desgarro y hay furia, amargura y denuncia de lo imposible de denunciar o
de lo denunciado en vano, una tristeza irredimible.
“Retrato de la España esperpéntica”, por Joaquín Torán
2 Comentarios
Intentaremos verla. Seguro nos sentiremos como actores invitados, como villanos partícipes de esta y todas las tramas fatalistas.
ResponderEliminarMuy bueno, amigo Miguel. Abrazo afectuoso.
apetece verla, graciosa, agitanada; lo de "perdedores sin remedio" no me lo creo; en los momentos de mayor pobreza, explotación, desesperación, unos pocos solos contra muchos, los españoles se crecen; lo que pasa es que hoy en día el parámetro del éxito es New York.
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