Agua ardiente
Muñones de otras guerras
Cicatrizando silencios
Huidas, muchas, que se aclaran
Oasis para naufragar
Y más silencios
Donde refugiar los hastíos
Los volcanes que olvidaste
Los que te olvidaron, arenas
Heridas, huellas. Donde purificaste
Más dolor. Más sed. Más silencios.
a Pablo Tomás Fuchs
De tanto hasta luego que se tornaron tempestades, adioses
De tantos hasta siempre que mutan y reviven en un mañana te veo
Y el macadam que se estira y nos rejunta a todos
A los que partieron
Los que se quedaron
Los que resistieron
A los que volvemos
A la ciudad que nos parió, nos abrió los ojos
Nos hizo buenos.
Imagen: El hombre duplicado, Gustavo Amenedo.
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