Pablo Cingolani
“…al año que viene volveré a soñar por ti…”
María Juana: Idilio
Al pueblo argentino
Señor Santiago, Señor del Rayo, humildemente te pido:
Has que el pueblo no sufra más
Has que no padezca más, que no reciba más de lo que lo hacen padecer
Los mercaderes que se han vuelto a apoderar
Del santuario, de la casa, de la viña, querido Tata, Tata Santiago, Santiago mío
Señor Santiago, Tata Santiago de Millumarka, Mi Tata del cerro Huacuni
Señor del Rayo, Tata Illapa, Señor que habitas
En mi alma y en todas las quebradas, todos los huaycos
Donde sigue resistiendo tu aliento guerrero
Donde cada cactus es tu guardián y tu centinela
Donde las piedras cantan con vos, siempre cantan
El himno de la victoria
El blues de los pueblos
La balada ardiente de los que sufren
Señor Santiago, Tata del Abra, Señor de Huacallani
Protector del Jacha Palla y las sagradas nieves del Tata Illimani
Señor de Todos los Resplandores
Dales fuerza, Mi Señor, dales valor, dales fervor
Para poder enfrentar a los acorazados del odio
Para volver el desprecio, virtud
Para no rendirse, Tata
Señor Santiago, Señor de las comarcas de Chojo y de Collana
Señor de Alturas donde el silencio reina
Señor de mil combates librados y mil combates más que se librarán
Señor Santiago, Tata Rayo: cuida esa vida, cuida a ese pueblo
¡Cuida a los niños!, te imploro, te clamo, te daré mi vida si Tú me la pides
Más nunca te me olvides, Tata, nunca te olvides de cuidarlos
Dales abrigo y amparo, dales amor y verdad, dales un camino
Dale todo lo que quieren quitarles los malvados, los necios
Los que llevan hielo en sus venas, los que no confían en vos, Mi Tata
Tata Santiago, Señor de Sangres Derramadas, protector y vigía de esas sangres
De esos motivos que no fueron, que no son, otros que la justicia y la libertad
Señor Santiago, dales tu mano, dales tu espada invicta, dales coraje
Tata, Tatita, hermano, Tata Santiago
Señor de Fraguas, Legendario Señor Santiago, Señor de Fuegos
Tata Santiago: señal de lucha. Supremo Señor de Toda la Fe.
Señor de Resistencias. Señor de Arraigo.
Pablo Cingolani
Río Abajo, 25 de julio de 2017
Nota. La fotografía que acompaña este texto corresponde al Tata Santiago de Callapa, Provincia Pacajes, Altiplano Sur del Departamento de La Paz, Bolivia. Es un Tata Santiago decidido ya que los paisanos realmente lo veneran y la historia de su vestimenta es una verdadera historia de memoria cultural y resistencia activa que no cabe en esta nota. Tenía que honrar a uno, así que lo elegí en vez de la imponente imagen del Santo de Guaqui que tengo conmigo gracias al Policarpio, al Freddy y al Ramiro, devotos del Señor Grande de los Machaqa y antiguos compañeros de trabajo, y para los cuales incluí con cariño el epígrafe de la oración. No lo nombro pero, desde ya, estas palabras van también para mi hermano del alma, Ricardo Solíz Alanes, peregrino del Señor Santiago de Bombori, otro de los Tatas potentísimos. En los Andes, no vas a ninguna parte, si Tata Santiago no te acompaña, si el Señor Santiago no lo quiere. Desde Bolivia hacia al sur: que se derrame el fervor, que la pasión no se agriete y que la vida, si es lucha, no desespere y florezca.
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