Pablo Cingolani
Siento a la tuna, al tabaquillo, a la retama, tan agradecidos en su alma vegetal, tan felices de que tú los beses, que esa misma alegría es la mía
Hay tanta poesía trepando por tus laderas hacia tus abras, rondando tus senderos, reflejando tus apachetas, elevándose con ellas a los cielos en busca de tu compañía, que uno la recoge con los ojos porque sabe que esa poesía lo cura
Siempre con el sol que resplandece regresan estas cosas a los cerros, a la piel que anhela, a las soledades que palpitan
Siempre que el sol se desamarra de tormentas y de nieves, el olvido y la muerte se van con ellas
Siempre que el sol se muestra pleno de majestad, ya no hay ausencias, todo es belleza, todo es todo y todo celebra.
Pablo Cingolani
Río Abajo, 12 de junio de 2018
Imagen: Ferdinand Hodler
0 Comentarios