Pablo Cingolani
Si no hay amor, si no hay dolor, si no hay ardor, si no hay pasión, ¿qué hay?
Si no hay temblor, si no hay fulgor, si no te brillan los ojos de esperanza, dime, ¿qué hay, que hay más allá de la huella que labran los sentimientos?
¿Qué hay de bello y de bueno que no te roce, que no te llague, que no te lama y te tatúe la piel, que no escriba en vos mismo, en tus labios, tu hígado, tu realidad-real, la marca de ese amor, de ese dolor, de ese ardor y de cada circunstancia?
Si no hay pasión, no hay vida. Si no hay vida, es que estás muerto.
Estamos, estaremos, muertos.
Pablo Cingolani
Río Abajo, 25 de septiembre de 2018
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