Pequeño lagarto dragón, te veo o te sueño, no lo sé
Pero me imantas, saurio, por eso te escribo, te canto
Es que al verte o soñarte, me devuelves verdades
Certezas ausentes que parecían olvidadas, perdidas
Entre tanto afán sin sentido, tanta sombra acechante
Pequeño lagarto dragón, legendario ser, divino reptil
Tu sonrisa incesante agasaja al mundo, a sus orígenes
A la febril matriz de todas las virtudes y las huellas
Que se obstinan en recorrerlas, en no extraviarlas
Porque es inútil querer escapar de la luz del destino
Pequeño titán que has danzado bajo los volcanes
Bebiéndote el fuego redentor que anudan las desgracias
Sobreviviendo a vos mismo en todas las batallas
Preservado por tu fe, tu mística, tu amor al sol
Mi pequeño y venerado gran lagarto dragón
Te veo o te sueño, no lo sé…
Lo que me incita, lo que me halaga y me lleva
Es que me procuras esa dicha que fertiliza
Y siempre te aguarda en páramos y oquedades
Es la misma felicidad que sientes cuando
En medio del agua clara, ves las piedras
Abrazadas de musgo, del fondo del arroyo.
Pablo Cingolani
Desde algún lugar, 14 de septiembre de 2020
0 Comentarios