Dentro de cinco mil años, los mismos que llevamos como humanidad escribiendo la historia desde que empezamos a registrarla en Sumeria, dentro de cinco milenios cuando alguien se detenga a escribir la historia de este (para nosotros) fatídico año 2020, no escribirá que fue el año de la pandemia del covid, no escribirá sobre esos avatares de un sistema desquiciado y desquiciante, escribirá sobre la partida del Maestro Inspirador de Sueños, el título que la Universidad de Oxford le concedió a Diego Armando Maradona.
A los Herodotos y a los Tucídides del año 5000 les importará tres carajos el bicho que nos tiene a maltraer -al fin y al cabo, uno más, en la incierta historia del mundo-, lo que destacarán, subrayarán y legaran a los terrícolas de ese futuro tan lejano pero tan cercano a la vez, es que el año 2020, El Diego, El Maestro Inspirador de Sueños, inició su viaje a la inmortalidad.
La historia, al fin y al cabo, la historia laaaarga del mundo no la escriben ni los que ganan ni los que la padecen. Las victorias suelen ser, son efímeras, las derrotas duelen pero siempre, si hay valor, si hay fe, al final cicatrizan. La historia, la verdadera historia, la escriben los que conmueven, los que alimentan la pasión y la fe de los pueblos, los que siguen vivos en el tiempo porque esos mismos pueblos los atesoran en su alma.
De la re-escritura de La Ilíada de Homero en versión moderna, cinematográfica: "Si alguna vez cuentan mi historia que digan que caminé con gigantes, los hombres vienen y van como el trigo en el invierno, pero estos nombres jamás morirán... Que digan que viví en los tiempos de Héctor, domador de caballos; que digan que viví en los tiempos de Aquiles"…. Así hablarán del Maestro Inspirador de Sueños, así hablarán de El Diego dentro de 5000 años, que este año 2020 que ya termina, empezó su tránsito desde la historia hacia la eternidad.
Pablo Cingolani
Desde las montañas de Bolivia, el 31 de diciembre de 2020, a las 22:05 horas
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