El carrito siciliano de Leonardo Sciascia


Maurizio Bagatin

“Entre dos sicilianos el Ășnico sentimiento que no existe es la indiferencia” - Alfio Caruso -


Siempre alejado del fatalismo, de Don Fabrizio, de La duchessa di Leyra, de Mastro Don Gesualdo… parecĂ­a pintando carritos sicilianos, no el expresionismo de Guttuso y tampoco la Cavalleria rusticana sino el lugar de la belleza y la verdad, como Quasimodo… simplemente su Sicilia, la sicilitudine* y la soledad. Misterio y luz pura de la Trinacria, de aquel ĂĄngel sin custodia que es Sicilia… como todas las islas o producen un sistema de dominio, o son vĂ­ctimas constante en sus dominios…

Y Ă©l, controvertido y herĂ©tico, con su prosa penetrĂł la bĂșsqueda del ¿cĂłmo se puede ser sicilianos?... desde las minas de azufre hasta el mar color del vino (un solo cuento: Il lungo viaggio, parece escrito hoy que el Ă©xodo es la vergĂŒenza de toda Europa…) introduciĂ©ndose en los palacios del poder, en las salas donde se decide… la unciĂłn hispano-curial de la burocracia, el iluminismo heredado, sobre todo Stendhal y Pirandello - pincel y cincel - la crueldad, la ferocidad de su tierra, que no ahorra paz y no ofrece tregua a la interminable sed de su gente…

(la muerte-asĂ­ como las amapolas/encienden ahora una florecida de sangre/… este valle/de azufre y de olivos,/a lo largo de muertos rieles/cerca de aguas amarillas de limo/que los griegos dijeron de oro.)

SiguiĂł su bĂșsqueda, persiguiendo en fin la mafia, como un Teseo que sigue el hilo que lleva a un pulpo que se hizo hidra, cientos de tentĂĄculos que atraen, miles de ojos que hipnotizan, millones de ideas que contaminan hasta la esencia del vivir diario… el capitĂĄn Bellodi, el inspector Rogas, el brigadero Antonio Lagandara… denuncias viriles, viriles hasta en la soledad de la derrota y la enfermedad. PolĂ­tica bastarda, polĂ­tica oportunista, polĂ­tica hipĂłcrita…

En este laberinto de la soledad siciliano imaginĂł a un cientĂ­fico de su tierra, un gran cientĂ­fico, no a uno cualquiera... ”i nomi, non che un destino, sono le cose stesse” (del bellissimo capitulo XI de La desapariciĂłn de Majorana, obra maestra del maestro siciliano) uno que segĂșn el mismo Enrico Fermi, era comparable a Newton y Galilei…

Hoy Leonardo sigue pintando carritos sicilianos, como si fueran libros de cuentos ambulantes, desde una imaginaria Racalmuto, que es su Yoknapatawpha aeternum…


*Sicilianidad

Junio 2018
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Publicado originalmente en Sugiero leer (18/6/2018)

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