Bramidos


El abrazo es lo que nos ha hecho falta. El grito de Munch no fue oído.

El mercado Taquiña es un mercado popular, antes lo fue de una zona periurbana, entre el sueño de quienes querían volver a la campiña y de los que querían irse a la ciudad. Ninguna quimera se hizo realidad, el monstruo fabuloso devoró cabeza y cola, el corazón quedó dolido y triste. El mercado hoy es urbano, y lo que me hizo perder amistades fue el criticar una foto, en la cual se veía un enorme expositor de frutas, perfectamente expuestas como si alguien tuviera que sacarle una foto. Había manzanas rojas, amarillas y verdes, uva blanca y negra y paltas enormes, pomelos y limas, frutillas de Comarapa, papayas cosechadas demasiado verdes, guineos y bananas dulces cajitas, ciruelos, había duraznos y damascos, piñas de tres o cuatro variedades, todos los demás cítricos imaginables. Frutas de invierno y frutas de verano, frutas que hoy se ofrecen en todas las estaciones, frutas que recorren miles de kilómetros para llegar a tiempo a los mercados. Dije que la mayoría de esta fruta era importada y no era cultivada aquí en Bolivia. Llovieron críticas y algunos insultos. Por suerte no hablé de las verduras y del veneno que reciben antes de llegar a los mismos mercados. Me hubieran escupido.

Así volverá la normalidad. Los bramidos esculpidos por Gonzalo no servirán, serán como el grito de Munch, como el abrazo que nos sigue haciendo falta. El locoto seguirá siendo ofendido, el tomate violentado, la zanahoria manoseada…aquellas figuras han sobrevivido a la peste y siguen retorciéndose, buscando la luz y el suelo fértil, la raíz que llegando al Cruce Taquiña se desvió malamente. Hay un bramido en ellas, es el abrazo del Poeta, el cincel que las extrajo, es mirar y no querer ver, ver y no desear mirar; la triste belleza de sus movimientos en la desnuda voluntad de ser otra vez. Tal vez la materia ya las contenía, tal vez salieron por escaparse de ella, tal vez siempre estuvieron ahí y nadie las vio hasta que Gonzalo las extrajo, estaban entre las papas runa que ya no encontramos en los mercados, junto al tomate que importamos y con el locoto que terminarán en una licuadora en lugar que en un batán.

Maurizio Bagatin, 17 septiembre 2021
Imagen: "Bramidos", las esculturas en madera de Gonzalo Mamani Mamani




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