Cenizas

 

Márcia Batista Ramos

Siempre estoy pensando algunas cosas y recordando otras… Hoy recordé el plato de sopa lleno con polenta y leche caliente, a la hora del desayuno, con bastante azúcar. Una lejana mañana de invierno, en las tierras sureñas donde sopla el viento Minuano.

Mismo que el futuro sea de incertezas, sé que me resta la máquina de fabricar sueño, para las tardes mojadas por la lluvia, o para las largas noches insomnes. Entonces, no me da miedo de ser y estar. Algunos están partiendo, pido a la divinidad que sea su momento cierto, pero imploro a todos los dioses y ruego que se queden.

Releo cartas que están amarillas y ya no lloro tanto como la primera vez. Apenas, derramo dos lágrimas exprimidas del ojo derecho. Del ojo izquierdo, escurre una…

Las flores cumplen su ciclo y desparraman semillas que vuelven a brotar y florecer. ¿Y la gente que amamos? Busco, ansiosa, un cigarrillo, luego recuerdo que no fumo. No que haya dejado el vicio, apenas que no empecé nunca. Tampoco fui bailarina, ni gitana. Me dijeron, cuando aún era niña, que las gitanas nacen gitanas, no se transforman, no eligen...

Recordé que no gasté todos mis pecados, estuve al borde de gastarlos en una especie de ruleta rusa, después, por precaución, tomada por un impulso de pudicia, me abstuve, y ahora, a esas alturas del campeonato, ya expiró su fecha de uso. En la vida si no aprovechas el momento, pierdes.

La lista de pérdidas es grande, va de la A hasta la Z.

(Silencio)

Recuerdo cosas que no vienen al caso… El mostrador con dulces coloridos detrás del vidrio, los ojos brillantes detrás de los lentes. El abrigo amarillo.

Escucho “Strengers in the night”, es Sinatra; mis pensamientos corren por otros senderos, tropiezan con urnas funerarias… Maldigo al Covid.

Publicar un comentario

0 Comentarios