El cielo gris de Helsinki


Las ciudades del norte sueñan, anónimas y grises, pero sin tristezas, pobladas por figuras como las de Saul Steinberg que caminan bajo el cielo gris del norte. A una justa distancia que define tragedias o comedias, las ausencias en la vida.

Toda la inutilidad del arte...de una mirada desde una ventana en ausencia de luz, a la luz de una lampara sobre signos de diferentes lenguajes, de una música minimalista o un bosquejo de un desnudo artístico…es la fuerza de la indiferencia, es la belleza que oculta el drama y la nada.

Bajo el cielo gris de Helsinki, entre los diseños de Alvar Aalto, aparece la posible humanización de la arquitectura, una fusión de funcionalidad y ergonomía. Las periferias inmensas de un modelo Nokia que ha fracasado y una firma ausente en un cuadro que recuerda el sacrificio cristiano. Hay una poesía trágica detrás de las arrugas del tiempo, del cinismo contemporáneo, del arribismo que derrumba el lento devenir.

Ternura, narra la cartelera, pero de una saga nórdica sin retorno; la firma nos recordará el conflicto ruso-finlandés, tal vez, un futuro que es ya mañana.

Maurizio Bagatin, 8 enero 2022

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