Ya estás aquí
Y las nubes se disipan
Los demonios del cielo huyen
La maldad se disuelve
El dolor se exilia
Amanece
El sol se alza
Y su majestad nos guía
Cae la fortaleza
Y los bravos soldados
Alzan su bandera victoriosa
Y se abrazan con fervor
-son compañeros de sangre
Son hermanos, más allá de la muerte-
No sólo porque su sacrificio
No fue en vano
Sino porque comparten
Un destino
Un horizonte
Una causa
Una vida
Ya estás aquí
Y las montañas reverdecen
Se reflejan en tu rostro
Me iluminan
Y en cada piedra
Veo tu huella
Y en el agua
De las vertientes
Veo esa marca
Tu marca
Que me sana y me salva
A cada momento
Que me libera
De hastíos y treguas
Que me apasiona
Día a día
Piel a piel
Que me enamora
Cada vez más de vos
Porque nada fue en vano
Todo fluye, todo guía
Y porque compartimos
Un destino
Un horizonte
Una causa
Una vida.
Pablo Cingolani
Antaqawa, 12 de diciembre de 2022
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