Altares


“Reúno estas palabras para cuatro personas, / alguien más puede cazarlas al vuelo, /oh mundo, lo siento por ti, /no conoces a esas cuatro personas”.

Ezra Pound: Causa



“(…) Over the hills, over the prairies

Up in the tundra, down in the pampa… (…)”

Sumo/ Luca Prodan: Estallando desde el océano



A Carolina, acá cerca

A Miguel Sánchez-Ostiz, allá lejos



¡Oh dioses de las montañas los invoco para honrarlos, los convoco para que me amparen, clamo ante ustedes por el bienestar de todos!


Reciban mis ofrendas, son humildes, pero son sinceras


Sepan que mi fe se fortalece cada día, cada vez más, cada vez que elevo un altar por vuestra gracia bienhechora, por los sagrados cuidados que me asisten, por la divina inspiración que me conceden


¡Oh, dioses, oh mis dioses, celebrados dioses, raíz de mi mundo, forja de un continente, luz eterna!


Cada vez que el dolor me atravesó, ustedes estuvieron conmigo para disiparlo


Cada vez que la tristeza buscó arrasarme, ustedes se la llevaron lejos, lejos como lejos llegan las aguas del río


Cada vez que preciso de certezas, voy por ustedes sabiendo que las verdades que acunan jamás cesarán ni serán alteradas por nadie: eso es imposible


Ustedes me enseñaron eso: la invencibilidad de la fe, el punto de no retorno, la convicción absoluta


Atrás quedaron los peligros, todos los peligros


“primero el Miedo, después la Claridad, después el Poder, por último, el gran Hastío, el deseo de matar y de morir, Pasión de abolición”


Fueron ustedes, dioses amados, los que me fueron sanando, me sanan, me seguirán sanando


Vamos y venimos sobre nuestras heridas, lo sé: ustedes son la fuerza que cicatriza, ustedes son el rostro amable de esa totalidad bienhechora, ustedes y sus manos dadoras de entusiasmo y de alegría, sus dedos que me tocan, sus labios que me obstinan y dictan: no te rindas, no te rindas…


Cada paso es ritual y cada piedra es mística, cada piedra es poesía, cada piedra, es altar, es un altar donde curarse y saber, sentir, que todo fluye porque así había sido, ukamau, porque esa es la ley del cosmos, de las estrellas de dónde venimos y hacia donde vamos, ese es el mandato de los dioses, bienvenidos dioses, dioses de los Andes, mis dioses, amados dioses de las montañas, nuestros dioses.


Pablo Cingolani
Antaqawa, 12 de febrero de 2023

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