Dijo Lenin que “si no eres parte de la solución, eres parte del problema”. Ahora no es que se necesite sacar refranes bolcheviques para recordarnos como eran aquellos años, pero ayuda un poco en descifrar lo bueno, lo malo y lo feo de aquellos años. Y sobre todo, demostrar el abismo entre aquella época y la que estamos viviendo ahora.
Me encuentro con un pequeñísimo recorte de periódico de unos 5 X 10 centímetros, es de EL DIARIO de Oruro, del 1965 o 1966, solo se lee: “Oruro, 30 (EL DIARIO), por teléfono”. Y podemos ir imaginando al corresponsal que desde un bar, una casa o un refugio clandestino, va dictando la nota de prensa al responsable de su publicación. Ni chasky, ni internet, un periodismo de trinchera, acción y riesgo. Notas breves y puntuales, “tocata y fuga” para ser sin aparecer, llegar a quienes se quiere llegar.
“Mario V. Guzmán Galarza, Corresponsal de Prensa”, firma la carta enviada desde México D.F. el 10 de junio 1965 y dirigida a Juan Lechín Oquendo, exiliado en Asunción, Paraguay. Envía saludos a los otros exiliados, a Ñuflo Chávez, Héctor Cossío, Ramiro Villarroel, Enrique Valverde, a Daniel Saravia y a todos los viejos amigos. Es una misiva con sabor a lejanía eterna que va mezclándose a mucha esperanza y “con el espíritu renovado para librar nuevas luchas por la liberación nacional”. ¡Qué tiempos aquellos! Medio siglo fue llevándose esencia y sustancia, las medulas de nuestra evolución. Sigue la carta con un cuestionario de dos hojas adjunto, dirigido al mismo Lechín, pidiendo le conteste para así publicarlo en esta capital. Se despide con un abrazo y un saludo cordial para todos los dirigentes sindicales. Una carta en papel copia, con aparentes manchas de café, una dirección anotada con bolígrafo en un borde (el nombre de un hotel y, tal vez, del barrio donde está ubicado), la firma sobria del remitente, 24 preguntas de cuestionario y una, la pregunta 25, puesta después del agradecimiento, de la fecha y el lugar de envío, y en la cual pregunta: “¿Cree usted que las milicias de trabajadores mineros y fabriles entregarán sus armas a la junta militar? ¿En caso contrario se ha dispuesto la resistencia?”.
Desde Asunción, Paraguay, en fecha 24 de septiembre (del 1964?, del 1965?), otro documento que hoy escribe la historia en una página. Parece ser un texto escrito mientras uno está escapándose de una persecución, en fuga de alguien que, persiguiéndolo, ya debe estar muy cerca. En la nota, el Doctor Enrique Valverde, exiliado boliviano e secretario político de Juan Lechín Oquendo, reitera a United Press que “Lechín está en Bolivia” - pero declina dar detalles sobre la vía utilizada para su reingreso subrepticio en el país- y ya está al frente del Partido revolucionario de la izquierda nacional.
Otra misiva desde el frente, en una época así tan lejos y así tan cerca. Papeles que uno va guardando por toda su vida y un día llega alguien y va escogiendo, algunos se van para el reciclaje o con el basurero del lunes, otros van creando la historia en una carta.
Maurizio Bagatin, 17 de marzo 2023
Imagen: El pequeñísimo recorte de periódico
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