Los hijos de la luna son la belleza en la tragedia. Platón los admitió en el Simposio, frutos de la verdad, espíritus que llevan el peso de la libertad.
Con Il signore delle formiche (El caso Braibanti, en castellano) vislumbramos un retrato de la Italia que fue y que sin embargo se ha quedado. Cierto conservadurismo, el provincialismo mojigato y la indiferencia que Moravia describía, que Pasolini denunciaba y que Braibanti sufrió.
Las hormigas, decía Braibanti, describen la vida social de los seres humanos: “Si una hormiga queda sola, pierde el camino de casa”, ellas tienen dos estómagos, uno para satisfacer su hambre, y otro para compartir. Cuanto podemos aun aprender de las hormigas. Él las adoraba.
El amor de Adriano por Antinoo y el Dios de Spinoza, el infinito de Einstein y la estética de Oscar Wilde. Il signore delle formiche nos guía, hay mucho que aprender de la poesía.
Maurizio Bagatin, 4 de agosto 2023
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